En el segundo bimestre de este año, el delito de corrupción de menores registró diferentes niveles de aumento en 17 entidades federativas, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El estado que reportó mayor aumento de este delito fue Sinaloa, con 850 por ciento, ya que los casos pasaron de dos en el periodo comprendido entre enero y febrero a 19 entre marzo y abril.
El segundo estado con más repunte es Puebla, con 200 por ciento, debido a que las carpetas de investigación por este delito pasaron de dos a seis entre un periodo y otro.
Chihuahua aparece en tercer sitio con alza de 122.2 por ciento, puesto que en los dos primeros meses de este año se abrieron nueve expedientes, mientras que en el mismo periodo inmediato la cifra llegó a 20.
Al respecto, la directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez, indicó que este fenómeno va de la mano del delito de trata de personas, que a su vez está ligado con el reclutamiento de menores por organizaciones criminales, algo que no se persigue como delito.
“El reclutamiento de los menores de edad por parte de grupos delictivos es una realidad que preocupa a diferentes organizaciones”, dijo la dirigente a La Razón.
Comentó que el reclutamiento de niños y adolescentes está mencionado someramente en la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, pero no se persigue específicamente como delito, “ya que la Ley de Trata es una ley pues… amplia, diversa, en donde hay distintas conductas”.
Tania Ramírez se pronunció porque el reclutamiento de menores de edad por grupos criminales se tipifique expresamente como un delito en el Código Penal Federal, pues “eso podría ayudar a que el fenómeno sea conocido, denunciado y a que se facilite la investigación de los casos”.
La activista lamentó que no haya cifras oficiales respecto al reclutamiento —voluntario o forzoso— de infantes y adolescentes por cárteles de la delincuencia organizada, aunque reconoció que es un poco difícil clasificar este flagelo, porque “son distintas tareas para las cuales pueden ser utilizados niños y niñas… es un poco la realidad que estamos abordando”.
Mencionó que otra forma de acercarse un poco a medir el fenómeno es revisar las cifras de menores de edad que están bajo proceso penal y bajo internamiento por la comisión de delitos graves, aunque en este campo también es muy difícil dar con cifras oficiales.
De acuerdo con un estudio publicado por Redim en marzo pasado, el estado de Sonora concentra el mayor número de adolescentes procesados por narcotráfico, pero no se cuentan con datos precisos.