Autoridades del Gobierno de Baja California reiteraron que continuará reapertura de sectores con capacidad limitada para evitar un brote que ocasiones un aumento de ocupación hospitalaria.
En videoconferencia de prensa el gobernador Jaime Bonilla y el secretario de salud estatal, Alonso Pérez Rico, coincidieron que avanzar la reapertura económica de manera gradual para evitar un nuevo brote de COVID-19 mientras siguen en semáforo rojo, que los obliga a mantener la alerta máxima; pues recordaron que el gobierno federal ya los ubica en semáforo naranja.
Al respecto, el mandatario insistió en que si se cambia de color se puede perder el control de la situación y “no podemos soltarlo”.
Bonilla Valdez precisó que es responsabilidad del Gobierno reabrir negocios, proceso que se ha hecho con el compromiso de los diferentes giros en la entidad de acatar los protocolos, como la instalación de arcos sanitarias, toma de temperatura y uso de gel antibacterial y cubrebocas.
Advirtió que aun hay alta transmisión, principalmente por la cercanía con Estados Unidos y estados en el país con mayor incidencia de contagios, por lo que se está dando poco a poco la autorización a otros negocios para retomar actividades, como ya lo han hechos hoteles, restaurantes y bares de restaurantes.
En torno a la situación estatal, Pérez Rico señaló que ya suman 14 mil 536 casos acumulados y dos mil 809 defunciones; mientras que destacó que en la entidad va a la baja la cifra de activos por este virus.
Y reiteró que se deben mantener las medidas sanitarias ante el riesgo de tener un repunte que ponga en peligro los sectores que ya están abiertos.
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