A pesar de que ayer el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, presumió una baja en la percepción de inseguridad y en la incidencia delictiva, las tres ciudades más importantes de la entidad, Culiacán, Mazatlán y Los Mochis, cerraron el 2023 en color rojo, clasificadas así por la organización civil Semáforo Delictivo, debido a alzas importantes en ilícitos de alto impacto.
El caso más severo es el de Los Mochis, cabecera del municipio de Ahome, localizado al norte del estado, en donde la percepción de inseguridad aumentó casi al doble, al pasar de 15.0 por ciento en el último trimestre del 2022 a 26.8 por ciento en el mismo lapso del 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En esta metrópoli, durante el 2023 crecieron 11 delitos de alto impacto con relación al 2022, entre ellos los de homicidio, feminicidio y violación, y cuatro tipos de robo, según datos del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
El delito que más creció fue el narcomenudeo, con 106.6 por ciento, ya que los expedientes pasaron de 30 a 62 entre el acumulado del 2022 y el del 2023.
Otro flagelo con fuerte aumento fue el feminicidio, cuyos casos pasaron de tres a seis entre los periodos señalados, lo que representa un crecimiento del 100 por ciento.
Aunado a esto, las violaciones tuvieron un repunte de 12.5 por ciento entre un año y otro al pasar las carpetas de investigación de 48 a 57.
Asimismo, los homicidios tuvieron alza de 33.3 por ciento, porque las averiguaciones previas por este ilícito pasaron de 21 en el 2022 a 28 en el siguiente año.
Las lesiones dolosas —un evento común en enfrentamientos armados— crecieron 20.8 por ciento, puesto que los casos pasaron de 761 a 920 entre un año y otro.
Además, crecieron cuatro tipos de robo en la demarcación, de los cuales destaca el robo en transporte público, en donde las carpetas de investigación pasaron de tres a cuatro, lo que significó un aumento del 33.3 por ciento.
De igual forma, el robo a casa habitación en Los Mochis tuvo un repunte de 17.9 por ciento, ya que los casos pasaron de 78 a 92 entre los periodos estudiados, mientras que el robo con violencia creció 14 por ciento, puesto que los casos pasaron de 207 a 236.
Adicionalmente, el robo a negocio creció 1.2 por ciento, ya que las carpetas pasaron de 158 a 160 entre un año y otro.
En tanto, en Culiacán, la capital del estado, entre un año y otros se reportó alza en nueve delitos, entre los que se encuentran homicidio, feminicidio, secuestro, narcomenudeo, violación y otros.
Aquí los feminicidios registraron alza de 28.5 por ciento, ya que las víctimas pasaron de siete a nueve entre los dos años estudiados.
Por su parte, el delito de violación registró repunte de 7.7 por ciento debido a que las carpetas de investigación pasaron de 129 a 139 entre un año y otro.
En narcomenudeo se observó un crecimiento de 126.3 por ciento, puesto que los expedientes pasaron de 38 a 86 entre un periodo y otro.
En tanto, los homicidios pasaron de 246 a 292 entre un año y otro, lo que significó un incremento de 18.6 por ciento, mientras que el robo en transporte registró alza de 166.6 por ciento, toda vez que los casos pasaron de tres a ocho entre 2022 y 2023.
En cuanto a Mazatlán, principal centro turístico de Sinaloa, se registró aumento en la incidencia de 10 delitos, entre ellos seis tipos de robo, violación, narcomenudeo y violencia familiar.
El narcomenudeo registró alza de 34.8 por ciento, debido a que los casos pasaron de 66 a 89 entre los periodos estudiados.
Además, el robo en trasporte creció mil por ciento, el robo a transeúnte 192.8 por ciento, el robo a negocio 70.4 por ciento, el robo a casa 66.9 por ciento, el robo con violencia 58.3 por ciento y el robo de vehículo un 0.1 por ciento.
A pesar de este panorama, ayer el gobernador Rubén Rocha afirmó en conferencia de prensa que en la entidad se registra una baja en la incidencia delictiva y presumió que se ha logrado ubicar a 297 personas que estaban reportadas como desaparecidas.
