Temen nuevo desgajamiento en Naucalpan

Deslave deja a cientos bajo riesgo entre el río y el cerro

En la colonia Cuartos III hay al menos 19 casas en peligro de derrumbe, ante el reblandecimiento de la tierra por las lluvias; algunos habitantes se resignan a dejar temporalmente sus hogares

Deslave deja a cientos bajo riesgo entre el río y el cerro
Deslave deja a cientos bajo riesgo entre el río y el cerro Fotos: Cristina Ceja|La Razón

Las faldas del cerro en el que confluyen varias colonias, entre ellas Los Cuartos III y Raquelito, en el municipio de Naucalpan, lucen saturadas de construcciones, algunas de varios niveles. A simple vista se aprecia que muchas de las casas carecen de soporte suficiente, pues debajo de ellas sólo se ven toneladas de tierra mojada, debido a las lluvias de los últimos días.

Protección Civil avisó a los vecinos que en estos momentos hay al menos 19 predios con alto riesgo de desplome debido a nuevos desgajamientos del cerro, como el que ocurrió el pasado lunes, que dejó un saldo de seis muertos.

“Tenemos en riego cerca de 19 predios, cinco parece ser que sí van a ser los más afectados, se está viendo la posibilidad de un desalojo, pero esto no se va a determinar hasta que que esté el dictamen final de Protección Civil, dijo a La Razón el presidente de la colonia Cuartos II, Germán Cruz.

Los integrantes de centenares de familias viven con temor, debido al aumento en el caudal del río Totolinga, que pasa por varias colonias y asentamientos.

La zona en donde se produjo el desgajamiento, el pasado lunes por la noche, permanece acordonada.
La zona en donde se produjo el desgajamiento, el pasado lunes por la noche, permanece acordonada.

Sobre la calle Sauce, a unos 150 metros de donde se desgajó el cerro, ayer fueron velados los cuerpos de las seis víctimas, todas integrantes de una misma familia: cinco menores de entre cinco y diez años, y su abuelo, de la tercera edad.

La tragedia sacudió a toda la comunidad, pues les mostró el riesgo que corren muchas de las viviendas que se encuentran en estas colonias, asentadas entre la falda del cerro y el borde del río.

La señora Margarita, vecina de la calle Sauce, dijo a este medio que decidió salirse de su casa debido a que Protección Civil le informó que no es seguro vivir en ella, al grado de que, como medida de protección, fueron colocados costales de arena junto a las paredes.

“Ya lo hablamos como familia y pues nos vamos a ir lo que duren las lluvias, y si no pasa nada, pues regresamos”, dijo la mujer.

Otra vecina comentó que tiene mucho temor de que la saquen de su vivienda, porque no sabría a dónde irse, aunque está consciente de que su casa está en riesgo, por estar tan cerca del río.

“El caso es que nos ayuden con el problema del río, las casas se están deslavando, que lo entuben o que pongan un muro, no sé. Aquí nos afectan mucho el río y el cerro. Las coladeras se tapan mucho. Nosotros las destapamos, porque si esperamos a que vengan a destaparlas por parte del municipio, no, nunca lo hacen. Lo que pasa es que aquí somos una colonia olvidada”, dijo, desconsolada, la mujer de la tercera edad.

En los lugares en donde se desgajó el cerro permanece la cinta amarilla de precaución, algo que no tiene a los vecinos tranquilos, pues temen que un nuevo deslave afecte a más viviendas.

A las orillas del río hay una gran cantidad de basura, que se mezcla con hojas y ramas que las lluvias han trasladado al caudal.

Sobre la calle Río Totolinga, en la orilla del afluente, quedó un árbol que se desprendió debido a la fuerza del viento que acompañó a la lluvia de los últimos días y al reblandecimiento del suelo.

En la avenida Pino Suarez se encuentra una casa que está a punto de desgajarse, incluso ya se aprecia inclinada; los vecinos comentan que cuando se construyó se usó mucho relleno, por lo que no tiene buenos cimientos.

Ante la emergencia que se ha registrado en los últimos días, las escuelas de la región suspendieron clases. La primaria Emiliano Zapata, que se ubica sobre la misma calle en donde ocurrió el deslave del cerro el pasado lunes, informó que las labores serán reanudadas hasta nuevo aviso, una vez que Protección Civil realice los estudios correspondientes y pueda constatar que es seguro el regreso de los alumnos.

La primaria Juana de Asbaje hizo lo propio, debido a que el aumento del nivel del río era riesgoso para que los niños y los profesores asistieran.

“Nuestra escuela tiene muchas necesidades, al estar en una ladera, pues está con muchas zonas que requieren ser reforzadas… tenemos seis aulas inhabilitadas, a las cuales no podemos acceder; ahorita Protección Civil nos volvió a decir que no las podemos usar”, externó la directora del plantel, Rosa Isela López Santiago.

“INCONSCIENCIA COLECTIVA”. En tanto, especialistas coincidieron en que las tragedias que se han registrado en los últimos días debido a las inundaciones y deslaves, son consecuencia de una inconsciencia colectiva.

Este camino junto al río, que usan los niños para ir a la escuela en la colonia Raquelito, lució desierto ayer.
Este camino junto al río, que usan los niños para ir a la escuela en la colonia Raquelito, lució desierto ayer.

Alexis Ordaz Hernández, profesor de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México y especialista en riesgos socio-naturales, señaló que los deslizamientos de tierra ocurridos en los municipios de Jilotzingo, Huixquilucan y Naucalpan, son “acontecimientos anticipados de una tragedia, por el posicionamiento de las viviendas, hablando geográficamente”.

“El trabajo de comunicación es importante; explicar el nivel del peligro de deslizamiento que potencialmente se puede experimentar en esas zonas, eso es lo que se conoce como percepción del riesgo, ¿pero, hay una alerta?”, cuestionó.

El especialista urgió a las autoridades a la reubicación de familias en riesgo por deslizamientos de tierra, y señaló que es importante tener bien identificados los sitios de bajo, medio y alto riesgo.

Por su parte, Andrea Calderón, quien imparte clases en el programa de Ingeniería Industrial de la Universidad Iberoamericana, señaló que en los casos de encharcamientos e inundaciones registrados en zonas de la Ciudad de México y el Estado de México intervienen factores como la falta de mantenimiento del drenaje, el crecimiento poblacional y el cambio climático y “otra parte muy importante es el vertido de desechos industriales y domésticos”.

La académica añadió que hay estudios que señalan que al menos 50 por ciento de los bloqueos en drenajes se deben al aceite y comentó que, aun cuando hay leyes y reglamentaciones que obligan al correcto tratamiento de estos materiales, “no hay seguimiento, no hay vigilancia para el cumplimiento de la legislación”.