Las condiciones del espacio en el que al menos 10 trabajadores se encuentran atrapados desde hace más de 24 horas, tras el colapso de una mina que generó una inundación en su interior, en Sabinas, Coahuila, son desconocidas, debido a que los planos no están actualizados.
Ante la nueva tragedia minera que se registra en la entidad, el gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís, expuso que al momento se requieren bombas arriba de cien caballos de fuerza y que sean sumergibles, para poder desahogar lo más pronto posible el agua y así las personas puedan ser rescatadas con vida.
El mandatario reconoció que cada hora y minuto que transcurre son cruciales para que el hecho no cobre vidas, por lo que afirmó que se hacen esfuerzos para avanzar en las labores.
Tras acudir a supervisar las acciones de rescate, el mandatario refirió que la mina en donde se encuentran los trabajadores requiere equipo especializado y estudios para proceder, debido a las “particularidades” de la misma.
“Estas son minas verticales, los llamados pocitos que tienen distintas particularidades al accidente pasado, lo cual requiere otro tipo de equipos y, además, otro tipo de estudio porque son minas que no estaban actualizados los planos y que realmente no se tenía noción hacia dónde salieron los tiros y ni las condiciones de la propia mina. Pero ese es otro tema del que la fiscal está colaborando con las autoridades federales”, declaró en entrevista con medios.
Señaló que a las labores se han unido instituciones y equipos especializados de los tres órdenes de gobierno para sumar más equipo que permita drenar el agua e identificar los puntos que pueden ser perforados para introducir más bombas que colaboren en el rescate.
Respecto a las investigaciones de tipo judicial, Riquelme Solís mencionó que la Fiscalía General del Estado ya ha solicitado la documentación para dar con los concesionarios de la mina, “de quién estaba explotando”, ya que refirió que podrían ser más de una persona.
LRL