Este martes, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Estado de Morelos informó sobre la localización de restos humanos en un paraje del municipio de Huitzilac, tras las acciones de búsqueda emprendidas en conjunto con autoridades federales y estatales.
Se trata de la tercera vez que aparecen entierros clandestinos en Morelos en un lapso de cinco semanas, ya que el 27 de mayo se informó de la localización de fosas irregulares cerca del río Tembembe en el municipio de Puente de Ixtla, mientras que el 25 de abril fueron hallados restos humanos en Huitzilac.
El aumento de fosas clandestinas coincide con un alza en desapariciones en la entidad, que al corte de este 6 de junio es de 61.2 por ciento, toda vez que entre el 1 de enero y ayer se reportaron 279 personas ausentes, contra 173 del mismo periodo del 2022.
Tan sólo en lo que va de junio, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en Morelos ha emitido 11 fichas, casi dos por día en promedio.
De las víctimas de estos primeros seis días de este mes, siete corresponden a varones y cuatro a mujeres.
Los municipios en donde más desaparecen personas, de acuerdo con las cifras oficiales, son Cuernavaca, Cuautla, Temixco y Jiutepec, en ese orden.
Respecto al hallazgo de ayer, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Estado de Morelos informó que se trata de varios restos óseos, aunque no precisó a cuántos cadáveres pertenecen.
Mencionó que los restos fueron hallados tras el operativo de búsqueda con binomios caninos y personal de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), de la 24 Zona Militar, del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas de Morelos y de la Policía Municipal de Huitzilac.
Después del hallazgo, el organismo detalló que se activaron los protocolos correspondientes para llevar a cabo el resguardo de la zona y el levantamiento de los positivos (restos) a cargo del personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos.
La nueva fosa clandestina apareció ayer en un municipio que en las últimas semanas se ha convertido en epicentro de delitos, entre los que se cuenta el asesinato de tres jóvenes del Instituto Nacional de Salud Pública perpetrado el pasado 14 de abril.
A partir de entonces se han reportado asaltos, extorsiones y secuestros en la carretera federal México-Cuernavaca, a la altura del poblado de Tres Marías.
Apenas el pasado sábado fue encontrado el cuerpo de un hombre semidesnudo y con huellas de golpes en la comunidad de Coajomulco.
Y ayer, los tripulantes de una camioneta fueron asaltados con violencia, lo que dejó como saldo un hombre lesionado con arma de fuego.
Zapopan: restos son de jóvenes de call centers
Este martes, el Gobierno de Jalisco confirmó que los restos hallados en bolsas en la Barranca de Huentitán, el miércoles de la semana pasada, pertenecen a los jóvenes que 15 días antes habían sido reportados como desaparecidos en supuestos call centers en los que trabajaban.
En un escueto comunicado, el Gobierno del estado indicó que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) “realizó las pruebas periciales que corroboraron la identidad de los cuerpos de las víctimas localizadas el 31 de mayo en una barranca del municipio”.
Agregó que continúa el operativo de búsqueda y recuperación de indicios, en el que participan más de 200 oficiales de distintas corporaciones.
El pasado 1 de junio, la Fiscalía de Justicia del Estado de Jalisco señaló que los restos humanos extraídos el 31 de mayo de la Barranca de Huentitán coincidían con las características físicas de los jóvenes desaparecidos, pero no confirmó expresamente que correspondieran a ellos.
Unos días antes, los medios de comunicación locales informaron que eran ocho y no siete los jóvenes desaparecidos, ya que a los que fueron reportados originalmente se sumó una joven, quien fue vista por última vez cerca del inmueble que albergaba oficinas desde las cuales presuntamente se realizaban fraudes telefónicos.
El 29 de mayo, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aclaró que los lugares en donde laboraban los jóvenes eran en realidad centros de operaciones desde los cuales se cometían fraudes con la venta de tiempos compartidos.
