El comisionado de Seguridad Pública de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, informó que el Obispo Emérito de Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel, entró por su propia voluntad a un motel acompañado de un hombre, por lo que dice no fue un secuestro exprés.
En entrevista con medios de comunicación, dijo que el Obispo ingresó por voluntad propia al hotel donde horas más tarde fue localizado inconsciente, por lo que cuestiono que el hecho pudiera tratarse de un secuestro exprés.
“Hasta donde sabemos (el Obispo), entró voluntariamente al motel con una persona, del mismo sexo, esa persona después se retiró, pero es todo lo que sabemos. Fuimos a pedir información, pero ya había llegado la Fiscalía y no se nos permitió”, explicó el comisionado.
Dijo no saber en qué se basaba el fiscal, Uriel Carmona Gándara, para decir que se había tratado de un secuestro exprés.
Aseguro qué los políticos se estaban aprovechando de la situación para denostar el actuar de la seguridad en el estado”.
La tarde del miércoles se dio a conocer que en el examen toxicológico que se le aplicó al obispo al ingresar la mañana del domingo 28 de abril al hospital general de Cuernavaca, Dr. José G. Parres, había dado positivo a cocaína y benzodiacepina.
Asimismo, se informó que había sido localizado en una habitación del hotel Real de Ocotepec, en el poblado de Ocotepec, de Cuernavaca, y trasladado al hospital a bordo de la ambulancia 1038 de la Cruz Roja.
El primero que puso en duda el secuestro exprés fue el secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, al revelar que el obispo fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese negocio.
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AM