En un estremecedor episodio de violencia, la noche del pasado viernes, al menos 43 viviendas ardieron en llamas y 18 pobladores fueron retenidos en la cabecera municipal de Altamirano, Chiapas. Los incendios y retenciones fueron obra de presuntos seguidores del ex alcalde, Roberto Pinto Kánter, según testimonios de los propios habitantes del lugar.
Las llamas consumieron casas de renombre en la localidad, incluyendo la residencia de la presidenta y el síndico del concejo municipal, María García y Gabriel Montoya Osegura, respectivamente. También sufrieron daños inmuebles pertenecientes a sus familiares y simpatizantes, así como una veintena de vehículos que quedaron destrozados o dañados.
Este ataque, que ha sumido a la comunidad en el caos, habría sido liderado por Rogelio Hernández Gómez, según reportes de habitantes.
Otros involucrados en la violencia son Enrique Hernández Gómez, Gaspar Sántiz y Simeón Sánchez, todos ellos partidarios de Pinto Kánter. Se sabe que este grupo ha mantenido bloqueada la salida de la cabecera municipal desde el 22 de agosto, exigiendo la destitución del concejo municipal encabezado por María García.
El concejo municipal asumió el control de Altamirano hace aproximadamente dos años, evitando que la alcaldesa electa, Gabriela Roque Tipacamú, esposa de Pinto Kánter, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), asumiera el cargo, poniendo fin a dos décadas de dominio de la familia Pinto Kánter.
Los enfrentamientos en la localidad persisten, y el temor se ha apoderado de la comunidad. La situación se torna aún más delicada con la posible intervención del grupo civil armado "14 de agosto". Las protestas y desacuerdos entre el concejo municipal y la población persisten debido a la falta de realización de obras prometidas.
Mientras el ambiente sigue cargado de tensión en Altamirano, se espera que las autoridades intervengan para restaurar la calma y la seguridad en la región.
AM