Un juez dictó penas de mil 200 años por homicidio calificado contra cada uno de los seis internos responsables por el motín en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, que dejó 48 muertos en 2016.
A nueve meses del cierre de esta cárcel, el juez de Ejecución en Individualización de Sanciones de Nuevo León determinó que además los implicados en estos crímenes deberán pagar multas de más de 360 mil pesos de manera individual para la reparación del daño o indemnización para los familiares de las víctimas, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
La decisión se da a conocer a unos días de que se llevara a cabo, vía videoconferencia, una audiencia para determinar si participaron o no en el motín con el mayor número de muertos en los centros penitenciarios de el país.
Los imputados identificados como Edgar Fabian Solís, Gerardo de León, José Fidencio Armendáriz, Francisco Javier Eguía, Luis Carlos Carrasco y Juan Ángel Leal se encuentran en penales de Nuevo León, Ciudad de México y Coahuila, luego del traslado por el cierre de este penal el año pasado; se espera que en las próximas horas sean notificados de la sentencia que se suma a la que ya cumplen.
El año pasado un juez absolvió a los señalados; sin embargo, la Fiscalía interpuso un recurso de apelación, por el que se logró la condena.
Los crímenes ocurrieron entre los días 11 y 12 de febrero de 2016 por la masacre que se desató al interior del penal, considerado uno de los más peligrosos en América Latina, por disputas ente integrantes de grupos antagonistas como Los Zetas y el Cártel del Golfo.
Se reportó que un celador también fue sentenciado a 15 años de prisión por su implicación en los hechos.
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