Primero la seguridad de la ciudadanía. Al menos así lo han hecho saber diversas autoridades de varios municipios de México que se han visto en la necesidad de cancelar celebraciones programadas para dar el Grito de Independencia este 15 de septiembre.
La razón: la violencia que se ha registrado no sólo en esos municipios sino en zonas cercanas a ellos, misma de la que las autoridades correspondientes deben proteger a los asistentes a estas celebraciones.
Para evitar algún incidente, te contamos cuáles son los municipios que cancelaron definitivamente las celebraciones por el Grito de Independencia y si planeabas asistir a alguna de éstas fiestas, te recomendamos lo mismo que las autoridades: mantente a salvo en casa.
¿En cuáles municipios se cancela el Grito de Independencia por violencia?
Tanto en Culiacán, Sinaloa como en Monterrey, Nuevo León, se dieron a conocer las cancelaciones de los festejos para dar el Grito de Independencia la noche del 15 de septiembre próximo.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, anunció la cancelación de las celebraciones por la Independencia de México en los siguientes municipios:
- Culiacán
- Ahome
- San Ignacio
- Elota
- Concordia
- Cosalá
Luego de cuatro días de violencia y tiroteos que hasta el momento han dejado a 11 personas muertas, se determinó que era lo mejor suspender en Culiacán los festejos por el Grito de Independencia, sumándose los otros cinco municipios. En otros como Mazatlán, Guasave y El Fuerte, aunque los alcaldes se solidarizaron con lo que está sucediendo en Culiacán, no suspenderán las celebraciones independentistas.
En cuanto a Monterrey, Nuevo León, los municipios que suspenden las celebraciones del Grito de Independencia son los siguientes:
- Galenana
- Cadereyta
Alejo Pedroza, presidente municipal de Galeana, indicó que se cancelaban las celebraciones por la Independencia de México y aunque no se especificaron los motivos por los que se tomó la decisión, sí se refirió que se hacía "con el objetivo de prevenir cualquier riesgo o incidente que pueda afectar la integridad física o el bienestar de la población".
En cuanto a la decisión que se tomó en Cadereyta, los argumentos fueron distintos, pues indicaron que no fueron de violencia: “La intención de suspender esta festividad (…) es la de eficientizar los recursos que se deberían de destinar para ello y encauzarlas a áreas que en este momento son prioritarias para el cambio de Gobierno”.
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