Este lunes, todas las instalaciones de la Universidad Autónoma de Sinaloa amanecieron con las puertas cerradas, debido a que inició un paro de labores por tiempo indefinido, decidido por las propias autoridades.
En un comunicado, la UAS informó que se tomó tal determinación ante lo que consideró “una nueva embestida en la persecución política” contra sus directivos por parte del Gobierno estatal, encabezado por Rubén Rocha.
El viernes, un juez ordenó la separación del cargo de Robespierre Lizárraga Otero, quien fungía como encargado del despacho de Rectoría, ante la suspensión del rector —también por disposición judicial— Jesús Madueña Molina.
El nuevo encargado del despacho de la Rectoría, Candelario Ortiz Bueno, acusó que, desde febrero del 2023, la UAS ha sufrido los embates de una persecución al haber promovido un juicio de amparo en contra de la Ley de Educación Superior para el Estado de Sinaloa, puesto que varios artículos de ésta violentaban la autonomía universitaria en diversas vertientes, como la de autogobierno, libertad de cátedra, de financiamiento y otras circunstancias más.
Por la mañana, Ortiz Bueno acudió a Palacio Nacional con el objetivo de solicitar la intervención de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a fin de encontrar una solución al conflicto que llevó a iniciar un paro de labores en la máxima casa de estudios de Sinaloa.
“Estamos solicitando su intervención para que ayude y oriente la solución y que haya un acompañamiento allá en el conflicto. Ya hubo dos mesas de diálogo por parte de la Secretaría de Gobernación anterior, por parte del Presidente en su momento, el licenciado López Obrador. Y hoy estamos solicitando que nos ayuden a resolver el conflicto, pero que esté alguien como un juez externo, que haya alguien fuera del estado para que se dé cuenta de lo que está pasando allá en ese acompañamiento que se va a dar”, dijo.
En tanto, el abogado de la UAS, Milton Anaya, afirmó que el paro fue una determinación de toda la comunidad.
