Asumir un viaje de placer, en estos tiempos de crisis sanitaria, conlleva a idear una planeación que quizás, hace unos dos años no era tan importante. Lamentablemente, la Covid obligó a los viajeros habituales a permanecer en los lugares de su residencia; sin embargo, otros acostumbrados a convivir en su entorno, se vieron conminados por el deseo de conocer nuevos territorios.
Todo parece indicar, a partir de los planes de vacunación masiva, que paulatinamente el mundo regresa a la ‘normalidad’, siempre con el respeto de las medidas y precauciones impuestas por las autoridades sanitarias. Se acumulan los deseos de pasear por tierra y por mar: tomar un vuelo, subirse a un crucero, remontar montañas y acampar en bosques arropados de verde. En fin, deleitarse con los prodigios que el planeta resguarda. Inicio del año 2022, se avizoran algunas propensiones de excursiones/viajes, las cuales permitirán a las personas aventurarse por rutas e itinerarios como en periodos anteriores a la pandemia.
Una de las directrices de viajes para 2022 se sustenta en la necesidad de descansar realmente: olvidarse del trabajo y estar fuera de sus reflejos, mínimo por una semana. Esta tendencia de viajar toma sentido en la prioridad de trazar líneas divisorias entre trabajo y descanso para procurar regocijarse en el lugar escogido en la relajación total del cuerpo.
Indiscutible que, tras dos años de reclusión, la planificación de un viaje se impone con el mismo entusiasmo de la primera vez, en búsqueda de esos episodios divertidos e inolvidables. Varias agencias de viajes en México ofertan paquetes que muestran lo más básico de algunos destinos, así como sofisticadas excursiones. La idea de retornar al origen y recorrer los lugares más íntimos, por encima de la ostentación, está al alcance de todos los bolsillos si se hace con cautela.
La Razón conversó con la licenciada Cecilia Corona Nova, especialista en planeación de viajes de placer, quien compartió algunos tips en los propósitos de viajar en este año 2022: “Antes que todo, debemos saber de cuánto es el presupuesto que disponemos para que podamos planificar el viaje; y también prever los tiempos para encontrar buenas tarifas aéreas: el costo del vuelo es lo más caro, además de que está sujeto a cambio sin previo aviso”, aconseja la experta.
Es muy buena opción viajar en temporada baja y, asimismo, recabar opiniones y experiencias de otras personas que hayan viajado al destino escogido. Corona Nova sugiere que si el viaje es al extranjero, se debe tener conocimiento del valor de la moneda local con respecto al dólar para realizar los cambios de divisa oportunamente y ajustar los gastos de alimentación, transporte y alojamiento.
“Para tener un buen viaje hay que ser flexible con las fechas: entre semana es más económico”, precisa Corona Nova. Otra manera de viajar barato es rastrear una tarifa que la aerolínea haya fijado equivocadamente en un precio más bajo de lo normal. “Pero, es muy importante tomarlo rápido ya que en cuanto se da cuenta la aerolínea, lo corrige tan pronto lo detecta; sin embargo, el viajero puede ser más audaz y comprar esos billetes antes de que la compañía aérea corrija el error”, revela.
En cuanto al alojamiento, es común que se busque la comodidad, y en cierta forma el lujo; pero, no siempre es necesario, si se toma en cuenta que la mayor parte del tiempo estaremos afuera: lo importante es conseguir un sitio limpio, cómodo y céntrico. Corona Nova expresa que es mejor viajar acompañado: los hospedajes y gastos podrán ser compartido y así se puede ahorrar en taxi y en las ofertas de algunas excursiones.
“Viajar barato tampoco significa realizar un viaje limitado o sin esplendores. Puedes alternar actividades de pago con gratuitas; comer unos días en restaurantes y otros, comprar en el supermercado local y preparar algo en el apartamento. Dormir unas noches en un súper hotel y otras, en un motel. Tomar un taxi para determinados trayectos y compartir coche con otros viajeros para otros recorridos”, concluye.
