Una tienda de productos chinos —abanicos, budas y figuras de gatos— conduce a un lugar mágico y misterioso en el Centro Histórico de Mexicali, Baja California, La Chinesca, un barrio subterráneo en el que miles de chinos vivieron a principios del siglo pasado. Basta con cruzar una cortina hecha de cubos de papel para trasladarse a aquella época en la que los asiáticos hicieron de este sitio su hogar para resguardarse de las altas temperaturas de la ciudad, que llegan hasta los 48 grados centígrados.
Lo primero que uno ve al pasar la cortina son los típicos globos de papel de China, pero al descender las primeras escaleras comienza la verdadera aventura: se aprecian armaduras antiguas del país asiático, letras chinas y una puerta “secreta” que conduce a otra de las nueve habitaciones de este sótano, donde según cuenta nuestro guía, Arturo Villaseñor, llegaron a dormir 150 chinos, quienes construyeron una pequeña ciudad en la que incluyeron todos los servicios que requerían para salir lo menos posible al exterior.
Los antiguos habitantes pensaron en todo e incluso hasta contaban con un casino, del cual aún quedan ruletas. Además había un hospital y un templo en el que preservaban sus tradiciones, de esto último todavía hay algunas pruebas: un altar donde se pueden admirar distintas figuras religiosas.
Al seguir descendiendo, podemos admirar un mural que alude a la vida cotidiana de aquella nación, fotografías de la época en la que en esta ciudad fronteriza de Baja California, miles de chinos migraron para trabajar en la empresa estadounidense Colorado River Land Company, en el Valle de Mexicali.
También se observan tradicionales tazas para tomar té, botellas y hasta referencias de los visitantes asiduos de Mexicali, entre éstos Al Capone, que solía acudir a los centros nocturnos más famosos de la ciudad; o se recuerda a Jack B. Tenney, quien compuso la canción “Mexicali Rose”.
En otra de las habitaciones está el horóscopo chino y en las paredes se ven dibujos de animales referentes a éste. El guía nos comparte una tarjeta que describe nuestro signo chino, además de darnos una galleta de la suerte.
De acuerdo con Villaseñor, ocho de cada 10 edificios del antiguo barrio chino tenían sótanos y se comunicaban entre sí. Hasta 1970 se mantuvo la comunidad original, pero después los chinos que vivían en Mexicali comenzaron a buscar otros espacios. Fue hasta hace siete años que La Chinesca comenzó a recuperar su esplendor, pero ahora como un sitio turístico que llegan a visitar al día alrededor de 300 personas de distintas partes del país y del mundo.
Actualmente, como parte de un programa para que infantes y juventudes conozcan más sobre la historia de Mexicali, se organizar tours que incluyen una visita a La Chinesca.
“Estamos atendiendo un promedio de tres grupos diarios de estudiantes, los recibimos en la Casa de la Cultura y terminan en La Chinesca”, detalló Villaseñor.
Para quienes quieran visitar La Chinesca, el costo es de 200 pesos por persona. Diario hay recorridos guiados, por ejemplo, hoy y el viernes son a las 16:00 horas; y los sábados y domingos hay tres horarios: 11:00, 16:00 y 17:00 horas. Para reservar hay que llamar al 6861503694.
Exquisita gastronomía
Si acudes a La Chinesca puedes aprovechar para degustar la deliciosa gastronomía china, que llegó para quedarse en Mexicali.
Debido a la influencia de la cultura china en la ciudad fronteriza, existe una gran diversidad de restaurantes, alrededor de 300, para comer platillos chinos, algunos fusionados con la cocina local.
Visitar alguna cervecería también es otra de las opciones imperdibles. Una de éstas es Amante Brew Company, fundada por Héctor Coratella, poco antes de la pandemia.
Ofrece una propuesta artesanal con nombres muy peculiares, como Marilyn, una cerveza americana, orientada a la malta, con notas frutales; Frida, una cerveza lupulada y amarga, moderadamente fuerte; o Cleopatra, una lager alemana oscura, con sabores tostados y un moderado amargor del lúpulo.