La Navidad, festividad más importante del cristianismo, la cual tiene en México una larga crónica de conmemoraciones. El 24 de diciembre, Nochebuena: la familia se reúne para cenar y reencontrarse en espera del 25 de diciembre, día en que se celebra el nacimiento de Jesús. Diciembre, mes de la liturgia navideña que finaliza con la solemnidad del Bautismo del Señor hasta la llegada de Pascuas.
Periodo de ceremonias, galas, brindis, intercambios de ofrendas y, sobre todo, de la posibilidad de un encuentro con la paz interior en el disfrute de vacaciones con la familia y amigos. México está lleno de tradiciones: resultado del cruzamiento entre lo hispánico y las culturas mesoamericanas. Las celebraciones navideñas mexicanas inician el 12 de diciembre y terminan el 2 de febrero.
La Navidad en México se caracteriza por contar con una gran variedad de eventos: posadas, nacimientos, pastorelas, villancicos y el Día de Reyes. Los platillos típicos mexicanos, las coloridas decoraciones, el árbol y el nacimiento conforman un sorpresivo sumario protocolar que lo convierten en un acontecimiento muy singular.
Jornadas que propician la visita a la provincia mexicana para descubrir y participar en prácticas festivas navideñas ancestrales en varias zonas urbanas y rurales de las entidades del país. Aquí presentamos a cinco Pueblos Mágicos para pasar la Navidad.
Bernal
Rincón ubicado en Querétaro rebosado de tranquilidad y quietud de la naturaleza. El tiempo parece detenido por la paz y el misterio que se impone en sus parajes por la presencia del tercer monolito más grande del mundo después del Peñón de Gibraltar y el Pan de Azúcar de Río de Janeiro. La Peña: piedra caliza de hace 10 millones de años, se le calcula un peso de 20 millones de toneladas. Acercarse al pie de este promontorio proporciona energía y vitalidad.
Recomendable para viajeros que buscan la tranquilidad y el sosiego en estas jornadas navideñas.
Tepotzotlán
Zona milenaria: los primeros pobladores (Na’h Ñu’hma), ahora conocidos como otomíes, se asentaron antes del siglo VII d.C. Comunidad de atmósfera provinciana: calles empedradas, magníficos monumentos coloniales y una majestuosa plaza central, en donde resalta uno de los ejemplos más notables del arte colonial mexicano, el Antiguo Colegio Jesuita, hoy albergue del Museo Nacional del Virreinato conformado por una magnífica colección de piezas de arte del periodo colonial.
En diciembre se celebran las famosas pastorelas en la Hostería del Convento que forma parte del conjunto de la magnífica iglesia y el convento; los fines de semana, sus calles se llenan de puestos de comida y exhibición de pinturas y tapetes, así como otras artesanías en donde se puede disfrutar de una auténtica ambientación provinciana.
Como antesala a una de las joyas coloniales más espectaculares del país se ubica la Plaza de la Cruz, enorme explanada que era el atrio de la Iglesia Jesuita y que actualmente es utilizada como escenario los sábados y domingos especialmente en Navidad para realizar actos rituales y danzas prehispánicas.
Imperdible la visita al Ahuehuete Centenario de Lanzarote y al Parque Estatal Sierra de Tepotzotlán, el cual abarca 13 mil hectáreas y cuenta con una vegetación boscosa de encino y de pino, así como con partes de vegetación desértica como agaves y cactus. Lugar ideal para acampar, escalar y practicar rappel. Ahora en Navidad hay promociones para pasar un día de campo en la Presa de la Concepción, que incluye paseos en lancha o a caballo.
Tecate
Único Pueblo Mágico de Baja California, lleno de maravillas naturales. Sitio famoso por su gastronomía, viñedos, música norteña y por poseer el mejor spa del mundo. Atractivo mayor: la carretera Rumorosa, que cuenta con un paisaje de esplendores únicos.
En el trayecto de Tijuana a Mexicali el viajero se ve rodeado de un paisaje de montañas con piedras gigantes que se abren paso por el desierto. Aunque antes se le consideraba como una de las carreteras más peligrosas de México, las labores de renovación la han vuelto más segura y es prácticamente una ruta escénica llena de miradores desde donde se pueden hacer fotos asombrosas.
Visita obligatoria al Parque Eólico de La Rumorosa, a algunos de los cien sitios de pinturas rupestres y al Museo de Sitio Campo Alaska, cuartel militar de principios del siglo pasado.
Tecate forma parte de la Ruta del Vino y cuenta con una importante oferta de viñedos y restaurantes muy atractivos para esta temporada navideña. Descubrir sabores mediterráneos en restaurantes orgánicos o carnívoros y, asimismo, la cerveza artesanal de la región.
Chignahuapan
Zona llena de colorido, ubicada en la entrada de la Sierra Madre Oriental, donde comienzan las profundas y espectaculares barrancas del norte del estado. Arquitectura tradicional de casonas de recios muros y techos de madera y teja. En su plaza principal destaca la colorida parroquia y su quiosco estilo mudéjar.
Para quienes intentan huir del bullicio navideño de las grandes urbes, la Laguna Almoloya es el lugar perfecto para pasear, descansar, e incluso probar suerte con la pesca. Vista increíble de la caída de agua del Salto de Quetzalapan. gastronomía que destaca por la exquisita barbacoa, consomé de borrego, tlacoyos, cuernitos de higos, vinos y licores. Chignahuapan, pintoresco microcosmos donde es posible entrar en contacto tanto con espléndida arquitectura religiosa como con riquezas naturales.
Tlalpujahua
Lugar de la Eterna Navidad, sitio donde se elaboran esferas artesanales que año con año adornan las casas de millones de mexicanos y de otras naciones del mundo. Desfile navideño y una villa de Santa en la plaza central crean un ambiente singular en diciembre.
Entre los espesos bosques de pino y abeto, Tlalpujahua está aferrado al cerro, a la naturaleza y a la diversión: el parque nacional Rayón, conocido popularmente como Campo del Gallo, o la presa Brockman ofrecen muchas actividades en la naturaleza: campismo, canotaje, ciclismo, esquí, pesca, y senderismo.