Caminar por las calles de la colonia Roma Norte, en la alcaldía Cuauhtémoc, ya no es lo mismo que hace unos años. En los lugares donde hasta hace todavía un lustro había negocios como la panadería local, un estacionamiento, un puesto de periódicos, ahora yacen una pizzería de la cadena americana Papa John’s, un café que se suma a tantos otros que invaden esta colonia, y una esquina vacía.
Esta es la descripción del cruce entre las calles Colima y Chapultepec, uno de los sitios más visitados por la señora Gloria, —cuyo nombre fue cambiado a petición suya— quien visitaba todos los días ese rumbo por cuestiones laborales.
A los cambios en los negocios locales se añade la gran cantidad de extranjeros que ahora se ven por estos rumbos, y por quienes en buena parte, se ha modificado el panorama económico de la colonia; “está invadido de extranjeros”, cuenta Gloria.
Basta con andar por unas cuadras para encontrar anuncios de renta de departamentos o tours para conocer la ciudad, todos en inglés, una muestra de que no están dirigidos a los nativos de la capital. Destacan también los volantes en los que se ofrecen clases de español y anuncios de restaurantes en inglés: coffee and beverage service in our dining patio, se lee en un restaurante ubicado en avenida Mazatlán, en la Condesa.
Estos cambios que forman parte de la gentrificación, se pueden dar en cualquier parte de la Ciudad de México, considera Claudia Ortiz Chao, urbanista de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.
Sin embargo, los lugares “que son más atractivos” para quienes vienen a habitar la capital son aquellos que cuentan con todos los “beneficios y amenidades” de la ciudad, como son las zonas céntricas.
“¿Quienes gentrifican las colonias o los barrios? Los que pueden pagar las rentas más altas, que están en las ubicaciones más privilegiadas, en el caso de la Ciudad de México son las zonas centrales. Sobre todo en colonias de Cuauhtémoc y Benito Juárez.
“Ahí es donde están los trabajos, la recreación —tienen cerca áreas verdes, cultura— toda la conectividad (Metro, Metrobús, Ecobici) al tener esos atractivos se vuelve más caro, quienes van a ir a vivir ahí son los que lo puedan pagar”, cuenta.
Para Ortiz Chao, el hecho de que los barrios cambien, se incrementen los costos del suelo e incluso, la misma población que habitaba cierta zona, se modifique, a través del tiempo, es “normal”, el problema es que falta regulación.