Consentir al paladar

Vinos españoles acompañan la buena gastronomía con su elegancia

Artevino Family Wineries presentó cinco etiquetas exclusivas de las regiones de denominación de origen de España; bebida, contribución a impulsar la cultura culinaria

Larrosa es un proyecto en que la uva garnacha es el hilo conductor.
Larrosa es un proyecto en que la uva garnacha es el hilo conductor. Foto: Everest Wine Spirits

Artevino Family Wineries, empresa familiar con sede en España, presentó en México cinco de sus etiquetas más selectas de vinos finos, elegantes, pensados especialmente para acompañar la gastronomía, ya sea mexicana, española u otra.

Lalo Antón, propietario de Artevino Family Wineries, pertenece a la tercera generación de esta compañía que inició su abuelo, luego se hizo cargo su padre Gonzalo Antón y, finalmente, hace 23 años, él tomó las riendas y logró llevar el vino de su familia, que se produce en las regiones de denominación de origen de España, a más de 70 países, de los cuales México es su principal mercado en América Latina.

La vinícola comenzó con el proyecto Izadi, en la zona de Rioja, después surgieron las otras bodegas que son Finca Villacreces en Rivera del Duero; Vetus, en el área de Toro y Rueda, y Orben en Rioja Alavesa.

“Cuando yo comencé en la empresa hace 23 años vendíamos todo en el mercado nacional, apostamos en aquel momento por la internacionalización. Hoy en día estamos en que 50 por ciento se consume en España y el 50 por ciento se exporta. Estamos en más de 70 países y luego apostamos por seguir, descubrieron variedades autóctonas, más allá de la tempranillo, que es la típica variedad de Rioja, verdejos, albariños, garnachas”, dijo Lalo Antón, dueño de Artevino Family Wineries, en entrevista con La Razón.

Larrosa blanca es un vino color brillante con aroma intenso a fruta.
Larrosa blanca es un vino color brillante con aroma intenso a fruta.

El empresario, cuya familia antes de dedicarse a la elaboración del vino estaba en el ramo de la hostelería, explicó que las etiquetas que producen se hacen en la mejor contribución a impulsar la cultura culinaria.

El estilo de vinos que tenemos es que todos son vinos gastronómicos, finos, elegantes, con buena acidez, no son dulces y te invitan a beber, nosotros venimos del mundo de la gastronomía
Lalo Antón

En ese sentido, presentó en México cinco de sus etiquetas, la trilogía de Larrosa, Orben y Finca Villacreces en el restaurante Aitana en la CDMX.

“Larrosa es un proyecto de Izadi en el que la uva garnacha es el hilo conductor, es un proyecto muy fresco, muy juvenil, divertido, desenfado”, mencionó el empresario.

La trilogía comienza con Larrosa blanca, un vino color amarillo brillante con aroma intenso a fruta blanca y de hueso que se mezcla con notas florales. En boca es agradable y ligeramente untuoso con buena acidez que le da profundidad y un notable recuerdo a fruta fresca.

En vino tinto se ofrece Larrosa negra, que reposa seis meses en barrica.
En vino tinto se ofrece Larrosa negra, que reposa seis meses en barrica.

Después está Larrosa rosé, de color rosa palo con aromas frescos a frutas blancas, pera, cereza y manzana con recuerdo a fruta jugosa, pero no empalagosa. Durante la presentación, éste se acompañó con una ensalada de guayabas rellenas de quesos cremosos, nuez, endivias y manzana verde.

La tríada se completa con Larrosa negra, un vino tinto color rojo cereza picota de capa media, reposa seis meses en barrica y tiene aroma de fruta roja fresca y lavanda con ligeros toques especiados y de cacao. En boca es un vino frutoso y amable. Se puede acompañar con croquetas de jamón ibérico con reducción de uva.

Otro de los vinos de Artevino Family Wineries es Finca Villacreces 2018, que se conforma de 86 por ciento tempranillo, 10 por ciento cabernet sauvignon y cuatro por ciento merlot, reposa 14 meses en barricas y tiene un color picota oscuro, expresivo aroma a cacao fino, roble cremoso, fruta madura. En boca está lleno de sabor y capas de frutas negras, además deja sensación de toques ahumados.

Y, finalmente, está Orben 2019 que se compone 100 por ciento de tempranillo y pasa 12 meses en barricas. En nariz destacan aromas a frutas silvestres, balsámicos, lácteos, finos tostados y caramelo toffee. En boca es estructurado con fruta roja, negra, silvestre y ahumada.