En el regreso a clases, además de los útiles y el uniforme, una parte importante es la planificación de los alimentos que los niños van a llevar a la escuela en el famoso lunch.
De acuerdo con Alejandra Romero, especialista en nutrición, los niños de entre tres y 11 años se encuentran en una etapa en la que están en crecimiento y desarrollo de habilidades, por lo que la alimentación juega un papel muy importante para que esto se realice de manera adecuada.
La experta indicó que los menores tienen que consumir productos de todos los grupos de alimentos de manera balanceada para poder aprovechar los nutrientes que cada uno aporta al cuerpo.
“Lo importante es incluir todos los productos de alimentos, frutas y verduras; cereales, los más populares son pan, tortilla, pasta y arroz. También alimentos de origen animal para que nos aporten proteína; leguminosas como frijoles, habas y lentejas; lácteos; además de aceites y grasas saludables, que son importantes para la parte del desarrollo cognitivo”, dijo Alejandra Romero, especialista en nutrición y delegada del Instituto Danone, en entrevista con La Razón.
La experta señaló que, con base en las recomendaciones de ingestión para la población mexicana, el lunch de un niño debe tener entre 200 y 290 calorías, esto dependiendo de las cantidades que cada uno coma con respecto a su edad y la actividad física que realice.
Romero mencionó que el lunch debe incluir alguna fruta o verdura para que aporte vitaminas y minerales; también alimentos que den energía, como los cereales que se pueden combinar con otros como queso o crema de cacahuate. Asimismo, debe incluir productos que aporten proteínas como leche, yogur, huevo, pollo, además de añadir agua para hidratar el cuerpo.
La especialista añadió que algunas opciones de lunch pueden ser el tradicional sándwich, que se puede acompañar con fruta, como por ejemplo, un tazón de jícama, con una gelatina y añadir una botella de agua natural.
Otra opción son los mini hot cakes. La especialista indicó que se pueden preparar con harina de trigo integral o de avena, complementarlo con unas fresas bien lavadas y desinfectadas, ponerle un par de nueces para que tenga parte de las grasas saludables e incluir una leche individual de origen vegetal y, por supuesto, el agua que nunca debe faltar.
Alejandra Romero comentó que otro lunch puede ser un wrap de pollo, un tipo de sándwich envuelto o enrollado en bollos muy finos. “Lo puedes hacer con un pan un poco más plano o con una hoja de lechuga y te da permiso de enrollarlo y en vez de poner el típico jamón y queso, le puedes poner pollo y un poquito de jitomate”, detalló.
La especialista recomendó acompañar este platillo con unas uvas, un agua de jugo de fruta e incluirle un yogur o un queso tipo petit suisse.
También existe una opción de lunchera, que es una rebanada con crema de cacahuate y plátano; rollitos de jamón y queso, y hasta se le puede mandar un huevo duro con una galletas de arroz.
Finalmente, Alejandra Romero aclaró que el lunch es un snack, por lo que, dijo, no sustituye al desayuno. En ese sentido recomendó que los pequeños hagan su primera comida completa en la casa antes de salir rumbo a la escuela.