El inicio del 2024 está rodeado de actividades para el bienestar como hacer ejercicio, comer más sano y cuidar la salud física y emocional. Sin embargo, también es importante atraer y preservar la energía positiva para que abunde la tranquilidad y prosperidad. Una manera de lograrlo es a través del Feng Shui.
Se trata de una antigua filosofía china que busca el equilibrio de la energía vital de las personas, a través de la distribución, la decoración y la orientación de los espacios en los que se desarrollan las actividades cotidianas.
El Feng Shui se basa en tres conceptos fundamentales: el chi, el yin y el yang, además del mapa Bagua, los cuales se pueden adaptar en el hogar para lograr una buena energía.
El chi es la energía vital y fluye por los canales o meridianos del cuerpo humano, y también por los espacios de la casa o del trabajo, para lograr la armonización y generar bienestar se puede hacer uso de los colores y apostar por un equilibrio entre tonalidades claras, que transmiten paz y armonía, y oscuras que proyectan seriedad y estabilidad.
Por otra parte, el yin y el yang son las dos fuerzas opuestas, pero complementarias que rigen el universo y representan el estado de armonía. Para conseguir un hogar equilibrado se pueden usar colores claros (yin) en las paredes; y tonos oscuros (yang) para superficies más pequeñas.
Otra opción es seleccionar muebles con formas curvas que fomenten un ambiente más abierto y acogedor. También asignar a cada habitación una energía predominante según su función. Por ejemplo, los lugares de descanso deberán ser más yin. Los sitios donde se come o se trabaja tendrán que ser más yang.
El mapa Bagua es una herramienta del Feng Shui que divide un espacio en nueve áreas o sectores, cada uno con un elemento asociado: madera, fuego, tierra, metal, agua, hierba, roca, rayo y vacío. Cada área tiene una función y una posición específica.
En ese sentido, la orientación de los objetos es clave, por lo que estarán en una dirección específica según su clase. Por ejemplo, el cactus, la rosa, el geranio o el chile representan el fuego, entonces se deben colocar hacia el este o noreste.
Asimismo, si se van a poner lámparas con luz amarilla, que representan la tierra, se deben posicionar hacia el norte o sur.
Los muebles también se tienen que poner de una forma específica para atraer buena energía. Se recomienda apoyar la cama en una de las paredes del dormitorio para dar una sensación de protección y seguridad; desde ese punto se tiene que ver la puerta de la habitación. Se aconseja evitar ponerla debajo de la ventana o de alguna repisa, pues genera sensación de opresión.
Otra ubicación importante es la sala, que según el Feng Shui es el corazón de la casa. Se debe instalar en un lugar con buena iluminación para que reciba luz natural y energía fresca, también tiene que estar cerca de la entrada principal.
Los muebles y objetos de la sala estarán puestos de tal manera que permitan el flujo de la energía y el movimiento. Es necesario evitar el exceso de elementos, el desorden y las esquinas o bordes afilados. El sofá debe estar frente a una pared sólida y tener una vista clara de la puerta y las ventanas.
La limpieza de espacios es otro aspecto fundamental. La suciedad acumulada genera energía negativa y bloquea el flujo del chi; por eso hay que mantener buena higiene tanto física como mental.