La vida en la actualidad parece ir a gran velocidad siempre. Cada vez las personas tiene menos oportunidades para disfrutar de los mejores momentos de la vida; por ello, el "slow living" es una gran alternativa para aprender a dejar atrás el estrés y la ansiedad que se crean de una vida apresurada y en cambio, aprender a gozar de cada momento.
El slow living surgió en los años 80's y consiste en una filosofía de vida basada en el modo de vivir mientras presta atención plena al momento presente; cabe destacar que esto no significa en ningún momento que se lleve un estilo de vida perezoso o irresponsable, pues hay que tomar que en esta ocasión, la palabra lento no debe tener una connotación negativa.
¿Qué es el slow living?
El movimiento “slow living” consiste en una filosofía de vida, fundamentada en el modo de vivir prestando atención plena al momento presente, enfocar los sentidos en lo que se está haciendo o contemplando en ese preciso instante, tratar así de disfrutar de cada momento y dedicar a cada tarea el tiempo que sea necesario para hacerlo bien.
El movimiento antes mencionado hace contrapeso al "fast track" en le que viven muchas personas, sobre todo quienes viven en cuidades y es ideal para aprender a dosificar las tareas; de este modo, se reducen las cosas que se hacen a dirario con la intención de disfrutarlas más.
¿Cómo practicar el slow living?
Si bien no existen pasos concisos para practicar una "vida lenta", estas son las características que deberían existir en tu vida para saber que la estás practicando de la mejor manera:
- Sé consciente del presente
- Disfruta de la naturaleza
- Evita el consumismo
- Equilibra el estrés con la relajación
- Evita el miltitasking
- Conecta con las personas que te rodean
- Usa la tecnología para facilitar tu día a día
- Practica el slow eating y evita la comida rápida
