Las pecas son una de las características físicas más amadas por el público femenino, pues no es de gratis que las mismas formen parte de varios filtros de belleza, aunque quienes las tienen muchas veces no lass aprecian tanto como quienes las desean. Como sea, desde hace tiempo ha sido cada vez más popular el uso de maquillaje para simular pecas y dar un estilo diferente a los looks que llevas.
En realidad, hay diversas formas de realizar este maquillaje, por lo cual todo dependerá de que es lo que te acomoda mejor. Sin embargo, aquí te damos algunas opciones que en definitiva te ayudarán a lucir pecas a pesar de que no las tengas de manera natural. Es así que si deseas lucirlas, te recomendamos seguir alguna de estas técnicas:
Así puedes crear pecas falsas con maquillaje
Con un lápiz
- Cuida y trata tu piel como de costumbre al maquíllarte
- Saca punta al lápiz
- Coloca suavemente el lápiz sobre la piel, asegurate de iniciar en el puente de la nariz. Presiona ligeramente, gira y fija
- Repite este proceso hasta que las pecas falsas se distribuyan de forma uniforme y natural por la nariz, las mejillas, la frente, el escote y la barbilla o hasta donde te parezca adecuado
- Da pequeños toques con las yemas de los dedos para difuminar las pecas falsas
- Finaliza con un spray fijador
NOTA: Para que las pecas luzcan más naturales, asegúrate de colocarlas en las zonas donde más te da el sol, pues ahí es donde tendrían que aparecer de manera normal.
¿Pecas en lata?
Aunque te parezca un poco loco, piensa que las pecas no llevan un patrón, por lo cual si utilizas un spray de maquillaje marrón claro, puedes crear pecas falsas con facilidad. Mantén los ojos cerrados mientras presionas muy ligeramente la botella de spray a cinco o diez centímetros de tu rostro. Aplica un toque de color sobre la piel con el spray, creando un aspecto de pecas totalmente natural.
Pecas con autobronceador
Si tienes autobronceador y un cepillo para el cuero cabelludo en casa, también puedes utilizar este método. Deberás preparar el autobronceador en un bol pequeño y sumergir las puntas de la brocha en él para después aplicar varias capas paso a paso en la nariz, la barbilla, la frente, las mejillas y zonas similares. Aplica los puntos en la piel con las yemas de los dedos y repite el proceso al día siguiente. Repite hasta conseguir la intensidad deseada. Para esto también asegurate de no tener los ojos abiertos.