En Roma, Italia
Otrora capital de uno de los imperios más grandes e imponentes de la historia, Roma presume ante nosotros su valioso patrimonio, herencia de la Edad Antigua, la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco y el neoclasicismo. Cada rincón de la ciudad es un verdadero museo al aire libre.
Con motivo de las celebraciones del Jubileo de este año, la Ciudad Eterna sufrió cierres constantes en sus grandes monumentos meses atrás, pero ahora, con la mayoría de las obras terminadas, la metrópoli se encuentra mejor que nunca para recibir a millones de turistas.
El recorrido comienza apenas al amanecer por sus intrincadas y solitarias calles, pues caminar a primera hora por sus calles significa descubrir sus secretos mejor guardados y evitar aglomeraciones. La primera parada es la Fontana di Trevi, la mayor y más ambiciosa fuente monumental de la ciudad, aquí puedes tirar una moneda si quieres asegurar volver, o dos si lo que buscas es el amor de tu vida.
A unos pasos de ahí, no hay mejor manera de comenzar el día que tomando un espresso acompañado de un cornetto relleno, de chocolate o de crema de pistache, en L’Antico Forno, una de las muchas cafeterías de la zona.
Sin demora, una de las maravillas del mundo espera para impresionarte con su majestuosidad y belleza: el Coliseo Romano, el anfiteatro más famoso del mundo, resguarda siglos de historia y posee un ambiente que te transportará a los tiempos de las batallas de gladiadores. Compra tu boleto con semanas de anticipación, pues los accesos a los sótanos o a la arena se terminan pronto.
Sin costo extra puedes visitar el Foro Romano, que era núcleo comercial, religioso y cultural de la capital. Vestigios de templos, basílicas y tribunas aún se conservan aquí, donde el aire fresco te llenará los pulmones y sentirás que eres parte de una historia aún viva. Tras subir algunas escalinatas, llegarás al Monte Palatino, desde donde obtendrás una de las mejores panorámicas del lugar.
Roma es una ciudad que se disfruta caminando, pues a través de sus plazas podrás llegar a cualquier destino o buscar dónde comer. Las más populares son Piazza Navona, Piazza del Popolo y Piazza Spagna, ésta última una de las más instagrameables, con su fuente, su escalinata y la iglesia de Trinità dei Monti al fondo.
Otra manera de conocer la Caput Mundi es visitando sus iglesias, todas suntuosas y llenas de detalles que te dejarán sin aliento. Acude a la de San Pietro in Vincoli, allí encontrarás una famosa escultura de Moisés, concebida por Miguel Ángel. Los frescos de la iglesia de San Ignacio de Loyola ofrecen una perspectiva tridimensional y el tono azul celeste del techo de la de San Ignacio de Loyola, la única iglesia gótica de la ciudad, te dejará impresionado.
Los tesoros no siempre están a simple vista, pues también en las entrañas de algunos recintos te encontrarás con vestigios de viejos oratorios y catacumbas. En la Basílica de San Crisógono, por ejemplo, tienes la oportunidad de visitar restos arqueológicos medievales que se encuentran debajo del templo actual.
En tu itinerario, agenda un día completo para visitar la Ciudad del Vaticano, desde la Basílica de San Pedro hasta los Museos Vaticanos, hogar de obras de grandes artistas, desde Caravaggio hasta Van Gogh. La Capilla Sixtina merece una mención aparte, pues la belleza de los frescos pintados por Miguel Ángel te dejará atónito. También es recomendable que compres tus accesos con varios días de antelación para evitar filas.
Puedes complementar tu recorrido en el Panteón y admirar su enorme cúpula, proeza de la arquitectura romana, y finalizar con una visita al Castillo de Sant’Angelo, antiguo mausoleo que hoy ofrece una de las mejores vistas hacia el río Tíber, punto desde donde los reflejos de las luces y edificios provocarán que no quieras abandonar la ciudad.