El regreso del magnate a la Casa Blanca

¿Cómo impacta a la industria tecnológica la llegada de Donald Trump a EU?

En incertidumbre, la ciencia a nivel mundial; Bezos, Zuckerberg y Musk parecen alinearse al nuevo proyecto; en su campaña recibió apoyo financiero

Donald Trump en su oficina dentro de la Casa Blanca, el lunes.
Donald Trump en su oficina dentro de la Casa Blanca, el lunes. Foto: Reuters

De las primeras cosas que hizo Donald Trump al ser proclamado oficialmente como presidente de Estados Unidos fue firmar una orden ejecutiva dirigida al fiscal general, para que TikTok no sea prohibido en el país que ahora lidera, por lo menos en los próximos 75 días.

Aunado a esto, la presencia de Jeff Bezos, fundador de Amazon; Mark Zuckerberg, CEO de Meta, y Elon Musk, dueño de Tesla y CEO de SpaceX, en la toma de protesta de Donald Trump desde el Capitolio, provocó diversas incógnitas alrededor de la industria tecnológica, las cuales se irán resolviendo (o al menos eso se espera) una vez que pasen los días en la actual administración.

De lo que no hay duda es que las decisiones políticas que tome Donald Trump de aquí en adelante, podrían tener repercusiones significativas, tanto positivas como negativas, en empresas, gobiernos y consumidores tecnológicos en todo el mundo. Tan sólo con ver a los principales exponentes de la oligarquía de la tecnología universal posando en la investidura, nos debería dar visos de lo que vendrá en esta materia en los próximos años.

Musk, el mejor posicionado. Durante su campaña y transición al poder, Donald Trump recibió apoyo financiero significativo de destacados líderes tecnológicos, incluyendo a Elon Musk, quien quizá fue el mayor beneficiado al ser nombrado titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos.

Medios de comunicación en la Unión Americana informaron que tanto Musk como Zuckerberg y Bezos realizaron contribuciones sustanciales a la investidura de Trump, y algunos, como el magnate de SpaceX, aseguraron espacios de oficina cercanos a la Casa Blanca. Esta proximidad ha generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y una regulación tecnológica influenciada por relaciones personales y financieras.

Una regulación. Aunque el presidente de Estados Unidos refiera en algunas ocasiones que intentará endurecer las regulaciones que afectan al sector tecnológico, expertos aseguran que hará todo lo contrario a lo construido por Joe Biden, quien durante su administración colocó al frente a personajes que pretendían restringir el poder de las grandes tecnológicas. Para este caso, Donald Trump hará todo lo contrario

Personajes como Enrique Dans, profesor de la IE Business School, declararon a medios como RTVE, que existe el riesgo de que la aplicación de las normativas de Donald Trump sea selectiva, beneficiando a ciertas empresas con conexiones cercanas al Gobierno. Esta dinámica podría distorsionar la competencia en el mercado y afectar negativamente la innovación y la confianza en el sector tecnológico a nivel mundial.

En cuanto al aspecto militar y la aplicación de la tecnología en este sector, las cosas podrían ser un poco más positivas, pues se anticipa que la administración de Trump incremente el gasto en defensa, lo que podría beneficiar a empresas tecnológicas involucradas en proyectos militares. Esta inversión impulsaría avances en tecnologías de seguridad y defensa, pero también plantea preocupaciones sobre la militarización de la innovación tecnológica y sus implicaciones éticas.

China y la tensión comercial. La política exterior de la administración Trump, caracterizada por un enfoque nacionalista y proteccionista, podría reavivar tensiones comerciales con países como China y más con los amagos de aranceles hechos en su momento, así como el estrés creado entre ambos países por la restricción con TikTok.

Históricamente, estas disputas han afectado las cadenas de suministro tecnológicas y han generado incertidumbre en el mercado global, pues la imposición de aranceles y restricciones podría obstaculizar la colaboración internacional y ralentizar el progreso tecnológico hasta ahora avanzado.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, presentaría un panorama complejo para el sector tecnológico mundial, pues si bien algunas políticas fomentarían la innovación y el crecimiento, existen preocupaciones reales sobre la equidad en la regulación, posibles conflictos de interés y tensiones internacionales que podrían afectar al sector, que al paso de los años se ha hecho un lugar; pero no todo está perdido, gracias a sus nuevas amistades.