Alejarse de las grandes ciudades y desconectarse totalmente de los aparatos tecnológicos para disfrutar de la naturaleza es posible en Aldea Pachamama, un pequeño oasis en el estado de Puebla, donde se puede practicar desde yoga y meditación, hasta caminatas para admirar los paisajes del bosque y la vista espectacular que ofrece el volcán Popocatépetl.
Aldea Pachamama está a una altura de tres mil metros sobre el nivel del mar, cerca de San Nicolás de los Ranchos, poblado ubicado una hora y media de la capital de Puebla y a dos y media de la Ciudad de México.
Cuenta con casitas de árbol ecológicas y suites románticas para los amantes de la naturaleza. Además de tener áreas comunes para fogata y convivencia, cocineta, asador y baño compartido.
“Es un proyecto pandemia, se adelantó su nacimiento porque estaba programado para dentro de dos años. Por el tema de la crisis sanitaria nos dimos cuenta que la gente necesitaba darse ese respiro de lo que está pasando, alejarse de todo el ruido que recibimos en la ciudad: la señal de teléfono, electricidad, el tránsito, lo cual nos perjudica todo el tiempo”, explicó en entrevista con La Razón Jazmín Rodríguez, fundadora de Aldea Pachamama.
Para tener una experiencia de total conexión con la Madre Tierra en el lugar no hay red de WiFi ni servicio de electricidad y calefacción, por ello a Rodríguez le ha sorprendido que sean los jóvenes de entre 24 y 35 años los que más busquen este tipo de vivencias. “En este lugar es desconectarse del mundo, de todo lo que está pasando, sin estar rodeado de tantas personas”, destacó.
El establecimiento tiene capacidad para 12 personas, cuenta con tres casas de árbol para dos personas cada una y dos cabañas estilo suite, una para cuatro huéspedes y otra para dos. Todas cuentan con una privilegiada vista al volcán.
“No es un establecimiento grande, lo cual le da seguridad a la gente. Es pasar tiempo en la naturaleza, respirar aire puro, eso hace mucha diferencia y beneficia a la salud, aunque sea por un ratito, porque en la ciudad todo el tiempo recibimos contaminación, es una experiencia diferente”, detalló Rodríguez.
Por ese motivo se aconseja a los visitantes acudir con insumos suficientes para alimentarse durante su estancia, ropa cómoda y para abrigarse —gorro, guantes, bufanda, calcetas largas, calentadores y chamarra—, tapones para los oídos, linterna, toalla de ducha, encendedor, agua, carbón y bolsa para almacenar residuos inórgánicos.
“Recomendamos anticipar su reservación una o dos semanas antes si su estancia será entre semana; en fin de semana con dos o tres meses de anticipación está bien, ahorita tenemos reservado hasta octubre”, comentó Rodríguez.
Para quienes están buscando tranquilidad y un respiro en los próximos meses, Aldea Pachamama es el lugar ideal.
- Ropa cómoda para frío —chamarra, guantes, gorro, bufanda, calcetas largas y calentadores; así como zapatos que no sean de tela.
- Si se hospeda en una casa de árbol llevar tapones para los oídos, ya que si hay mucho viento se puede interrumpir el descanso.
- Toalla de ducha.
- Linterna y batería de respaldo.
- Comida, agua, carbón e insumos de cuidado personal.
- Cerillos o encendedor.
- Bolsa para almacenar residuos orgánicos.
- Si se acude con mascotas llevarle cama o tapete, suéter y comida.
- El dato: La señal de celular es casi nula; la poca recepción es a 300 metros de la aldea.
