Perú, uno de los destinos más cotizados de Latinoamérica en los últimos años, es también uno de los países con mayor oferta gastronómica y cultural del mundo.
Cualquier época del año es ideal para visitar la nación andina y todo lo que ofrece, desde ciudades llenas de tradición y folclore, recorridos por parques naturales rodeados de escarpadas montañas nevadas hasta paseos por sus conocidas zonas arqueológicas, entre las que destacan Machu Picchu o las líneas de Nazca.
La cocina de la nación, reconocida mundialmente como una de las mejores, es una fusión de la gastronomía del Perú precolombino y la tradición culinaria europea y asiática.
El platillo emblemático, el ceviche, no deja indiferente a nadie; la causa limeña —hecho a base de papa amarilla— y la Mazamorra morada —un postre de maíz morado— son de los favoritos para la temporada de otoño.
El sincretismo entre las costumbres incaicas, su antecedente colonial y las maravillas naturales de Perú derivan en un conjunto de ricas tradiciones y la posibilidad de un viaje imperdible por América del Sur.
CIUDAD DE CUSCO: Es la metrópoli habitada más antigua de Perú y fue el centro de poder de los incas dos milenios después. Con la llegada de los conquistadores, hacia 1533, los misioneros levantaron sus iglesias y conventos sobre los restos de la ciudad derruida. La Iglesia de la Compañía de Jesús es uno de los ejemplos más extraordinarios de la arquitectura colonial.
PARQUE NACIONAL DE HUASCARÁN: Aquí se encuentra el punto más alto de los Andes peruanos: el Nevado de Huascarán, con sus seis mil 768 metros de altura, forma parte de la cadena montañosa tropical más alta del mundo. Sus más de 600 glaciares y sus casi 300 lagos son hogar del cóndor andino —en peligro de extinción—, el picaflor gigante, el puma y la vicuña.
SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHU PICCHU: A la sombra de la enorme cordillera de los Andes despunta una de las urbes precolombinas mejor conservadas y más importantes del Imperio Inca. Redescubierta en 1911 por el estadounidense Hiram Bingham, la antigua ciudad se alza a más de dos mil 400 metros de altura. Las terrazas escalonadas en la ladera contaban con un sofisticado sistema de regadíos, así como palacios y edificios religiosos.
CENTRO HISTÓRICO DE LIMA: La herencia española está patente en la capital peruana. Fundada en 1535 por Francisco Pizarro, hoy en día conserva muchas edificaciones de estilo barroco, como la Catedral (derecha), el Palacio Arzobispal y el Palacio de Torre Tagle con influencias de arte árabe y andaluz. La ciudad tiene una oferta cultural muy rica, como los programas y actividades que ofrece la Casa de la Literatura Peruana (izquierda).
LÍNEAS Y GEOGLIFOS DE NAZCA: Los dibujos y grabados de tamaño monumental —algunos de más de 300 metros de longitud— plasmados en el Valle del Río Grande son una de las incógnitas arqueológicas más grandes de nuestro tiempo. Creados alrededor del 500 a.C. y hasta el 700 d.C. muchas de ellos representan animales, plantas y hasta seres humanos.