Los destinos de sol y mar son los favoritos de los vacacionistas en el verano y México cuenta con hermosas playas paradisiacas para todos los gustos, desde las que son famosas para practicar surf hasta las que destacan por su ambiente tranquilo propicio para relajarse lejos de aglomeraciones.
Al norte del país Los Cabos, en Baja California Sur, es el sitio más visitado por sus bellas playas, de las cuales por ahora debido a la pandemia de Covid-19, 11 están abiertas, entre ellas El Médano, Las Viudas, Santa María, El Tule, Palmilla, Acapulquito y Costa Azul, las cuales pueden ser visitadas por vacacionistas desde las 10 de la mañana hasta las seis de la tarde con un aforo máximo de 30 por ciento.
Dichas playas se han convertido en la mejor opción para los viajeros ahora que en Balandra, una de las más frecuentadas, sólo se permite un acceso de 50 por ciento, es decir, que sólo pueden ingresar 225 personas al día.
En la zona otro sitio que enamora a los viajeros es Isla Coronado, en Baja California Sur, por sus dunas gigantes, leones marinos, aves exóticas y aguas cristalinas. La playa, que parece una piscina natural gigante, contrasta con el rojo del desierto de la isla. Una de las mejores experiencias es admirar un atardecer.
En el Occidente de México los turistas pueden disfrutar de las playas Sayulita y Punta Mita, en el estado de Nayarit; y en Jalisco, de Costalegre, Corredor Turístico Ecológico con 40 playas solitarias y seis bahías, ideales para personas que buscan lugares sin tantos turistas.
En Costalegre una de las visitas obligadas es la playa Punta Pérula, que se caracteriza por sus aguas cristalinas y arena blanca, donde las personas pueden practicar snorkel o recorridos en kayak. Cerca de ahí se encuentra Isla Cocinas, un lugar completamente deshabitado, por lo que se recomienda llevar alimentos, bebidas y sombrilla.
Otro lugar imperdible es Cruz de Loreto, que maravilla por sus manglares, árboles frutales, tortugas golfinas y diversidad de aves. A 10 kilómetros de ahí se puede visitar Playa Punta Peñitas, donde los amantes de los deportes acuáticos pueden practicar surf, kayak y pesca.
Por su parte, Sayulita, Pueblo Mágico de Nayarit, es el lugar favorito de surfistas experimentados y aprendices, pues si no eres experto en este deporte existen diversas escuelas, entre ellas Lunazul.
Sayulita también ofrece los mejores paisajes y ejemplo de ello es el Cerro del Mono, al cual se sube para disfrutar de un atardecer inolvidable. Entre junio y noviembre los viajeros pueden liberar tortugas golfinas en el campamento que se encuentra a 15 minutos del centro del poblado.
Punta Mita es otro lugar al que se vacaciona con confianza ya que cuenta con el Sello de Viaje Seguro al cumplir con los protocolos para evitar contagios de Covid-19.
Punta Mita se caracteriza por sus playas de arena blanca y acantilados, los cuales contrastan con las montañas de la Sierra Madre. Es conocido por ser también destino de surfistas en El Faro y La Bahía. Mientras que en Las Marietas hay un vasto ecosistema marino propicio para actividades como el snorkel y el buceo.
En la zona sur del país los destinos de sol y playa también tienen su encanto y prueba de ello es el Pueblo Mágico de Oaxaca, Mazunte, a más de una hora de Huatulco, perfecto para quienes buscan un ambiente tranquilo.
En Mazunte los mejores atardeceres se disfrutan desde Punta Cometa y para quienes quieren relajarse al máximo las clases de yoga y retiros de meditación de tres a 49 días de Hidraya Hatha son una opción.
Para nadar San Agustinillo es la opción, una playa solitaria cuyo oleaje permite practicar surf. Cerca de este lugar, también se encuentra Zipolite, el destino nudista por excelencia.
Por su parte, la costa chiapaneca ofrece sitios de playa como Puerto Arista, Boca del Cielo, El Madresal y Santa Brígida. Pero también la zona es conocida por tener los manglares más altos de Latinoamérica, en lugares como La Encrucijada, que cuenta con una hermosa selva y es refugio de 73 especies de mamíferos.
Finalmente, en Yucatán dos lugares imperdibles son Celestún y Las Coloradas; el primero sorprende por ser refugio de los flamencos rosados en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, a hora y media de Mérida; el segundo, es conocido por sus dunas costeras, manglares y playas vírgenes.
Las Coloradas, que no es una playa, sino un conjunto de pozas, enamora a los viajeros por ofrecer uno de los más bellos paisajes, pues su agua se ve de un tono rosado, que contrasta con la blanca arena y el cielo azul.
