En Veracruz existe un poblado que atrae a los turistas por ser el más colorido de la entidad gracias a las tradicionales casas en tonos alegres —amarillo, rosa, azul cielo, verde agua, lila o naranja— que pintan a Tlacotalpan, lugar con una riqueza cultural y musical.
El Pueblo Mágico fundado por los españoles en 1550 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1988 por su singular belleza arquitectónica. Es un destino para recorrer a pie, pues la experiencia permite disfrutar de la composición de las construcciones con techos de tejas rojas y calles perfectamente trazadas.
Al poblado lo complementa el río Papaloapan, el cual podrás recorrer en lancha para admirar la vista impresionante de la ciudad, además de observar la flora y fauna típica de la región. Para apreciar un bello atardecer te recomendamos hacer el paseo cuando cae la puesta de sol.
Tlacotalpan, conocido como la Perla del Papaloapan, también destaca por su tradición cultural. Se dice que aquí nació el reconocido compositor mexicano Agustín Lara, El Flaco de Oro, hecho que no se ha comprobado, pero existe un museo en su honor, en el cual encontrarás objetos personales, trofeos y letras de sus canciones más famosas.
En tu paseo no te pierdas la visita al Teatro Nezahualcóyotl, el cual se inauguró en 1891 y donde se escenificó la primera zarzuela en la región, El anillo de hierro. Ver su majestuosa arquitectura es toda una experiencia porque mezcla la arquitectura local, con art nouveau, art decó y el funcionalismo del siglo XX.
Su historia también es muy peculiar, pues el teatro fue edificado por órdenes del entonces presidente Porfirio Díaz a petición de la comunidad de Tlacotalpan que solicitó un espacio para disfrutar de obras artísticas. En esa época se presentaban óperas españolas e italianas. Después de 1950 llegó a usarse como cine, albergue e incluso como cárcel, pero en la década de los años 90 fue recuperado y se rehabilitó para que volvieran a ofrecerse actividades culturales.
En este importante recinto se han presentado desde Filippa Giordano, Francisco Céspedes y Natalia Lafourcade, entre otros.
Pasear por la Plaza Zaragoza, con banquetas de mármol y un bello reloj inglés de 1886, es otra de las actividades que no te puedes perder. No dejes de ir a la Parroquia de San Cristóbal, la cual posee un retablo labrado de madera que guarda uno de los más antiguos lienzos que se conocen de la Virgen de Guadalupe; en la Capilla de Nuestra Señora de la Candelaria te sorprenderás por su bóveda y cúpula de piedra de coral.
Acude al Museo Salvador Ferrando, que expone cuadros del retratista y de otros artistas de la región; la Plazuela Doña Martha, donde suelen reunirse jaraneros y bailadoras, durante el Encuentro de Jaraneros de Tlacotalpan; el Templo de San Miguelito, que conserva una imagen de Nuestra Señora de la Soledad y un óleo de San Miguel; el Palacio Municipal construido en 1849. Además de tomarte una foto en la estatua de Agustín Lara.
Si después del recorrido se te antoja ir a comer, en Tlacotalpan hay una diversidad de restaurantes que ofrecen una exquisita gastronomía veracruzana, desde arroz a la tumbada, con mariscos, empanadas de jaiba, caldo de robalo o canates al mojo de ajo. Para beber encontrarás desde un delicioso torito, del sabor que elijas, hasta una fresca agua de frutas. Para el postre disfruta de una deliciosa nieve escarchada con coco.
Si quieres vivir al máximo las tradiciones de esta pintoresca ciudad, recuerda que el 2 de febrero, tienen lugar las Fiestas de la Candelaria. La imagen de la Virgen de la Candelaria hace un recorrido por el río Papaloapan en una lancha adornada con flores, mientras habitantes y vacacionistas la acompañan en sus propias embarcaciones.