El Wabi-Sabi es una de las tendencias decorativas que ha cautivado en el interiorismo, porque evoca la simplicidad, la naturaleza y sobre todo encuentra la verdadera belleza en lo imperfecto.
Se trata de un término japonés en el que Wabi hace referencia a la paz, la armonía y el equilibrio, mientras que Sabi significa flor del tiempo. En ese sentido, esta filosofía apuesta por la sencillez y la autenticidad, valora la belleza de la imperfección, la atemporalidad y respeta la degradación de los objetos como parte del ciclo de vida.
De acuerdo con expertos en interiorismo, el Wabi-Sabi apareció por primera vez a mediados del siglo XV y principios del XVI. El primer maestro de esta filosofía habría sido el monje japonés Murata Shuko, quien se oponía a usar utensilios ostentosos traídos del extranjero para tomar el té, sino que apostaba por elementos simples y de elaboración local.
Después, el término de Wabi-Sabi evolucionó y abarcó otras áreas como la artesanía y, por supuesto, el interiorismo. En la época contemporánea el precursor de esta filosofía en la decoración es el diseñador belga Axel Vervoordt, quien en el 2010 lanzó el libro Wabi inspirations y que ha trabajado para Kim Kardashian y Robert De Niro.
La belleza reside en la imperfección, porque eso es lo puro,Axel Vervoordt, Diseñador
lo natural y lo honesto. Con la edad, las cosas se suavizan; se funden con el aire y adquieren una nueva piel, un nuevo uso
Para conseguir la elegancia rústica del estilo Wabi-Sabi existen algunas características que se deben tomar en cuenta para replicar esta filosofía en los hogares. Una de ellas es resaltar las imperfecciones por el paso del tiempo en cada uno de los objetos que decoren la casa; es decir, que sean artículos que muestren las huellas del envejecimiento, por ejemplo, grietas, arrugas, oxidación o marcas del clima. Jarrones antiguos, esculturas y todo tipo de artefactos que siga esta descripción son bienvenidos.
“La belleza reside en la imperfección, porque eso es lo puro, lo natural y lo honesto. Con la edad, las cosas se suavizan; se funden con el aire y adquieren una nueva piel, un nuevo uso”, señaló Axel Vervoordt, en una entrevista para Tatler al explicar el concepto de Wabi-Sabi.
La tendencia de interiorismo también busca crear ambientes simples, austeros, pero con un toque de calidez, esto se consigue al seleccionar pocas piezas, pero que estén muy bien escogidas bajo las consignas de la imperfección, honestidad y contemplación de la naturaleza.
En ese sentido, otra de las particularidades de esta decoración es optar por materiales naturales como madera para los muebles; textiles como lino, yute o algodón, así como objetos decorativos en piedra, mármol, cerámica o barro. Además, en todos éstos es muy importante la textura, ya que si provoca la sensación de querer tocarlo, entonces pertenece cien por ciento al Wabi-Sabi.
Este estilo también se define por el uso de colores neutros, las principales tonalidades que se utilizan son terrosos, beiges, blancos y grises, aunque también se puede aceptar el verde, pero como un toque de naturaleza, por lo que está en las plantas que sirven para complementar los espacios.
El Wabi-Sabi prácticamente no tiene cuadros en las paredes, quizá puede haber algunos lienzos sobrios en tonos neutros, telas, piezas elaboradas a base de texturas, pero normalmente los muros se observan lisos, sin adornos extra que rompan con el estilo austero.