Los caballitos de mar son una especie protegida en México y no existen permisos de exportación, salvo para la investigación o mercados de acuaristas. Sin embargo, existe un mercado negro y de tráfico ilegal de estos ejemplares, principalmente con destino a China, y se carece de investigaciones profundas que lleven al destino final de los ejemplares y el desmantelamiento de las redes de tráfico. Su diminuto tamaño los convierte en productos fáciles de transportar, por lo que los comerciantes ilegales suben a aviones con maletas en las que llevan hasta 81 cadáveres, al secar a los animales es más complicado detectarlos en los filtros aduanales y a través de las fronteras internacionales. China continental es el mayor consumidor de hipocampos en el mundo, el país tiene una demanda de aproximadamente 500 toneladas anuales para fines de la medicina tradicional.
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