La contaminación del aire puede debilitar el sistema inmunitario e inflamar las vías respiratorias, dejando al cuerpo con menor capacidad de combatir un virus respiratorio como el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, por lo que los científicos creen que las personas que habitan zonas con altas concentraciones de contaminantes en el aire tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas, y pueden ser más vulnerables a COVID-19. A nivel mundial, la contaminación del aire representa alrededor de siete millones de muertes prematuras al año, según la Organización Mundial de la Salud, más del doble que el consumo de alcohol y más de cinco veces que los accidentes de tráfico.
Gráficos: Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.