Científicos liderados por la Universidad de Calgary de Canadá realizaron un estudio con el que concluyeron que las personas menores de 60 años con poca actividad física, tienen hasta siete veces mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas más activas físicamente. Estadísticas de la Asociación Estadounidense del Corazón apuntan a que la muerte por accidente cerebrovascular parece estar aumentando entre los adultos jóvenes, de 35 a 64 años, pasando de 14.7 por cada 100 mil adultos en 2010 a 15.4 por 100 mil en 2016; para el estudio, los expertos monitorearon la salud y el estilo de vida de 143 mil adultos, durante un promedio de 9.4 años cada uno, que habían participado en la Encuesta de salud comunitaria canadiense y ningún participante contaba con antecedentes de cáncer, enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares, encontrando que, en todo el estudio, tuvieron lugar 2,965 accidentes cerebrovasculares, de los cuales el 90 por ciento fueron accidentes cerebrovasculares isquémicos, que ocurren cuando se obstruye un vaso que suministra sangre al cerebro.