El dispositivo de riñón artificial del Proyecto Riñón, es una colaboración liderada por expertos de San Francisco y del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, el equipo combinó las dos partes esenciales de su riñón artificial, el hemofiltro y el biorreactor, e implantó con éxito el dispositivo del tamaño de un teléfono, el que promete liberar a los pacientes con enfermedad renal de las máquinas de diálisis y las listas de espera de trasplantes. Recientemente, los científicos responsables del proyecto ganaron un premio de 650,000 dólares de KidneyX por su primera demostración de un prototipo funcional de su riñón artificial implantable, lo que lo acerca más a ver la luz. La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que conduce a la pérdida progresiva de la función en el riñón, que es esencial para la vida y el tratamiento en la mayoría de los pacientes con diálisis, un proceso incomodo y arriesgado, mientras que la minoría de los pacientes viven con trasplantes y medicamentos inmunosupresores que pueden desarrollar efectos secundarios en su salud.