Desde las instalaciones de Cabo Cañaveral, Florida, ayer, el cohete realizó su cuarta prueba; el Space Launch System fue colocado en la plataforma de lanzamiento 39B, desde la que despegó en 1969 el Saturno V con la misión Apollo 10, para viajar a la Luna. Ahora, en el turno del SLS, con el “ensayo general húmedo” que consiste en encender todas las operaciones que se realizan previamente a un lanzamiento, como revisar la capacidad de carga de propelentes criogénicos o superfríos al SLS; ésta se convierte en la última evaluación antes de que el cohete gigante lleve de nuevo a la humanidad a nuestro satélite con el programa Artemis. El proceso de carga, junto con las operaciones previas hasta T - 10 segundos, es lo que se puso a prueba; en el caso del SLS se cargan unos 2.6 millones de litros entre oxígeno e hidrógeno líquido; la cantidad de propelentes necesarios para dar la vuelta alrededor de la Luna y volver.
Gráficos: Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.