Es originaria de nuestro país y parte de la identidad nacional; estas flores se usaban en Mesoamérica desde hace 3,000 años y su nombre proviene del náhuatl Cempohualxochitl, que significa “veinte flores” y eran relacionadas por su intenso color amarillo como el sol; por lo que al usarlas se creía que guiarían a sus muertos a las ofrendas. Actualmente, esta flor endémica y representativa de las celebraciones de Día de Muertos se ve desplazada por la producción china que desde hace unos años produce tres cuartas partes de la flor a nivel mundial para uso industrial, de acuerdo con el sitio web de la UNAM con datos de 2019. En México se contabiliza la presencia de 35 especies, de las 58 referidas para América. En nuestro país, los estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México son los que cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para la producción de cempasúchil que únicamente florece después de la época de lluvias.
Gráficos: Iki Alvarado, Roberto Alvarado y Luisa Ortega