Geólogos de las universidades de Alabama, Arizona y Leeds publicaron recientemente en la revista Science Advances su investigación sobre una delgada capa rocosa, fina pero más densa que las rocas fundidas de su entorno, rodeando el núcleo y las diferencias que se dan en las propiedades físicas a un lado y otro de éste son mayores de las que existen en la superficie. Los expertos creen que la recién descubierta capa rocosa podría ser el fondo de los primeros océanos de la Tierra, hoy hundidos en las profundidades del planeta. Según el estudio, las acumulaciones de material oceánico subducido se acumulan a lo largo del límite entre el núcleo y el manto, y son empujadas por la roca que fluye lentamente en el manto a lo largo del tiempo geológico, por lo que la distribución y variabilidad de éste explica el rango de propiedades observadas, que se pueden visualizar como ‘montañas’ de entre 5 y 40 km de altura a lo largo del límite externo del núcleo, estas estructuras subterráneas pueden desempeñar un papel importante en la forma en que el calor se escapa del núcleo, también puede quedar atrapado en las plumas del manto, o puntos calientes, que regresan a la superficie.
Gráficos: Julio Loyola, Roberto Alvarado y Luisa Ortega