Un nuevo estudio sugiere que cuatro de las lunas más grandes de Urano, llamadas Ariel, Umbriel, Titania y Oberon, pueden contar con vastos y profundos océanos escondidos bajo sus cortezas heladas que pueden ofrecer un ambiente adecuado para el desarrollo de la vida, igual que ocurrió en la Tierra hace 4,500 millones de años; la investigación también demuestra que hay una posible fuente de calor en los mantos rocosos de estos satélites, que proporcionarían la energía necesaria para mantener ambientes cálidos en los océanos y favorecer con ello la existencia de vida subacuática. Los datos usados por la investigación fueron recabados por la nave espacial Voyager de la NASA, combinados con nuevos modelos de simulación y dan lugar al nuevo escenario que ha sorprendido a los científicos.