La sonda de la NASA sobrevoló el satélite de Júpiter Ío el pasado 16 de mayo, en lo que científicos consideraron el mayor acercamiento registrado, a una altitud de 35 mil kilómetros. Ío es el cuerpo celeste más volcánico que se conoce en nuestro sistema solar, por lo que Juno tiene como fin estudiar la interacción de las erupciones volcánicas con la magnetósfera y las auroras de Júpiter. Otro de los objetivos del acercamiento es para saber cómo afecta la continua actividad volcánica con la lucha gravitatoria de esta luna con Júpiter y otros satélites. La misión Juno ha estado orbitando Júpiter durante más de dos mil 505 días terrestres y ha volado más de 820 millones de kilómetros, en los que se busca comprender cómo está compuesto ese planeta, sus lunas y sus anillos.
Gráficos: Julio Loyola, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.