El raphus cucullatus conocido como dronte o dodó se ha convertido en un símbolo de la pérdida de biodiversidad causada directamente por la acción humana; por lo que recientemente Colossal Biosciences, una compañía biotecnologica estadounidense intentará revivir a la especie de ave no voladora extinta en el siglo XVII. El proyecto se basa en la paleogenómica, una nueva disciplina científica que ha conseguido completar el análisis de varias secuencias genómicas adicionales de varias especies extintas, como homínidos, cuyos genes arcaicos determinan la fisiología de especies actuales, de las que se partiría para “revivir” a estos animales. Las palomas dodó y Nicobar compartieron un ancestro común que vivió hace 30-50 millones de años. Al comparar los genomas nucleares de las dos aves, los investigadores esperan identificar la mayoría de los cambios en el ADN que los diferencian.
Gráficos: Julio Loyola, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.