Un estudio recientemente publicado en Nature Astronomy explica las observaciones de un nuevo planeta que presenta una peculiaridad: su rotación es sincrónica, lo que significa que siempre muestra dos caras, una oculta y una diurna, similar a nuestro satélite, la Luna. Este descubrimiento ha llevado a los expertos a investigar este planeta, ya que se encuentra relativamente cerca de su estrella. Como consecuencia, se producen vientos en el lado diurno del planeta, que transportan el aire hacia el hemisferio opuesto, donde se enfría en una noche perpetua. Sin embargo, en WASP-43b, las corrientes son extremadamente violentas, con velocidades que alcanzan casi los 9,000 km/h, algo que supera todo lo que presenciamos en el sistema solar. Con el Hubble, se logró observar claramente la presencia de vapor de agua durante el día. No obstante, se requieren mediciones más precisas del James Webb para realmente comenzar a mapear la temperatura, la cobertura de nubes, los vientos y la composición atmosférica con mayor detalle en todo el planeta.