La Organización Mundial de la Salud actualizó recientemente los umbrales de contaminación del aire después de 16 años de mantenerse sin cambios, con esto llegó a la conclusión de que la contaminación del aire es más peligrosa de lo que se pensaba, ya que más del 90 por ciento de la población mundial respira actualmente niveles de contaminación mucho mayores a los considerados seguros. Los expertos están encontrando cada vez más evidencia de los efectos adversos de seis tipos de contaminantes en la salud humana: las partículas en suspensión PM2.5 y PM10; el ozono (O3); el monóxido de carbono (CO); el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2).
El aire que se consideraba seguro hasta ahora ya no lo es, debido a que los contaminantes son peligrosos para la salud incluso en niveles bajos y tolerados y se estima que más de 7 millones de personas mueren prematuramente cada año como consecuencia de la contaminación del aire.