Arqueoastrónomos dirigidos por English Heritage, una organización benéfica encargada de gestionar más de 400 monumentos, edificios y lugares históricos en Inglaterra, se embarcarán en un estudio para explorar la conexión entre el antiguo monumento de Stonehenge y un evento que tendrá lugar en enero de 2025. Este evento es un lunasticio, un fenómeno astronómico que ocurre cada 18.6 años. Según se explica, este evento proporcionará a arqueólogos, astrónomos y arqueoastrónomos una oportunidad única para investigar las teorías relacionadas con el suceso y los antiguos habitantes de Stonehenge. Los expertos sugieren que las personas que construyeron el monumento podrían haber estado conscientes de este tipo de eventos astronómicos, lo que posiblemente influyó en sus decisiones sobre la disposición del sitio, incluido el posible enterramiento de sus muertos en ubicaciones específicas en relación con estos fenómenos. El objetivo principal de los expertos es comprender cómo estas fases extremas de la Luna pueden haber influido en la forma en que las piedras de Stonehenge interactúan con la luz, creando nuevos efectos visuales o patrones de sombras. Durante años, los investigadores han debatido si el alineamiento de las piedras con las posiciones extremas de la Luna fue intencional y, de ser así, cómo se logró y cuál podría haber sido su propósito.