Es una enfermedad cerebrovascular que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe debido a causas como un coágulo sanguíneo o a una hemorragia; en el mundo esta patología afecta a más de 3 millones de personas. Recientemente una revisión de la frecuencia y la mortalidad esperada para 2050, publicada en la revista The Lancet, constató que incrementará 50 por ciento en todo el mundo, provocando 9.7 millones de fallecimientos. En el caso de México existen 118 casos por cada cien mil habitantes, lo que representa 170 mil nuevos pacientes al año, de los cuales 20 por ciento tiene la probabilidad de morir en los primeros 30 días, y siete de cada 10 personas enfermas quedarán con alguna discapacidad; sin embargo, la enfermedad es prevenible en nueve de cada 10 personas que está en riesgo de sufrir este evento y la hipertensión arterial sistémica es el principal factor, ya que de 30.9 a 49.9 por ciento de personas hipertensas desarrollan ictus. Según datos del Inegi, esta afección fue la séptima causa de muerte en población en general en nuestro país al ocasionar 37 mil 453 decesos en 2021 y es además, la principal causa de discapacidad física adquirida a nivel mundial.
Gráficos: Julio Loyola, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.