Networking empresarial

Si eres de los mexicanos que tienen un negocio en números rojos debes renunciar a la idea de que los clientes, proveedores o socios llegarán a ti de manera mágica, es momento de salir a buscar prospectos que te ayuden a mejorar tus finanzas empresariales...

Sin importar el tamaño de tu empresa, la estrategia más efectiva para colocar tu oferta en el mercado es aprender a hacer relaciones. ¡Sí! El networking se ha convertido en una herramienta para formar redes de contactos con las que puedes crear conexiones personales que te faciliten la obtención no sólo de nuevos clientes sino también de proveedores y socios.

Los especialistas coinciden en que esta estrategia va más allá de un intercambio de tarjetas porque abre nuevos canales para ofertar tanto productos como servicios, además de abrir un camino que permita construir nuevos negocios o hacer más grandes los que se tienen.

¿Cómo hacerlo? El primer paso consiste en tener tarjetas de presentación en las que añadas no sólo el nombre de la compañía y su logotipo, sino también tus datos actualizados como cargo, teléfono, correo electrónico además de dirección. Toma en cuenta que de nada te servirá intercambiar una tarjeta con datos incorrectos, esto sólo te hará perder oportunidades.

El secreto para conseguir una red de contactos exitosa es siempre tener tarjetas suficientes para intercambiar. ¡Sí! Nunca está de más portar algunas decenas en la cartera, en un tarjetero, incluso en el auto.

¿En qué momento comenzar el intercambio? Siempre. En un desayuno, comida o cena a la que seas invitado por amigos, socios, clientes o familiares. Incluso puedes aprovechar algunas reuniones organizadas por empresas o asociaciones privadas con el objetivo de intercambiar tarjetas.

La regla básica para conformar una red provechosa es seleccionar el perfil adecuado de las personas según cada negocio. Pero apunta que “cualquier momento puede aprovecharse para compartir experiencias, metas, además de procedimientos para fortalecerse y ayudar a los demás”.

¡Eso sí! Una vez que tienes las tarjetas de otras personas en tu poder, debes de hacer un seguimiento en el que consideres desde una llamada o correo electrónico hasta reuniones para hablar tanto de necesidades propias como ajenas, además de una relación de ayuda mutua.

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