Por Elena Michel
En el inicio de la primera sesión de la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados se desató el debate por la solicitud de licencia de 10 legisladores, ocho de los cuales son mujeres, para permitir el arribo sus suplentes, que son desde líderes de la CNC hasta familiares.
De los 10 diputados que pidieron licencia, seis son del Partido Verde —cuatro mujeres—, dos diputadas del PRI; una, del PRD y una, del PT.
Sin embargo, la solicitud no procedió debido a que el legislador Jorge Ramírez Marín pidió bajar los puntos de acuerdo sobre estas salidas y continuar la discusión del tema en la Junta de Coordinación Política.
En el caso de las verdes ecologistas Mariana Ivette Ezeta Salcedo y Kattia Romo Garza buscaron ceder sus curules a familiares. La primera a su hermano Alberto, miembro de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, y la segunda a su esposo, Guillermo Cueva Sada, vinculado al sector empresarial de medios de comunicación.
Mientras que su correligionaria, Carolina García Cañón, abriría el espacio a Alejandro Del Mazo, hijo del priista mexiquense Alfredo Del Mazo.
Las diputadas priistas Ana María Rojas Ruiz y Yulma Rocha Aguilar intentaron abrir paso al cenecista Julián Nazar y al ex secretario de Francisco Labastida, Guillermo Ruiz de Teresa.
Las legisladoras del PAN condenaron las licencias no sólo porque “no es un asunto de género, sino que se trata de la forma más burda de darle vuelta a las leyes electorales”, que establecen una cuota de género en las listas de candidatos pluri y uninominales.
Las cuatro mujeres y dos diputados del Verde hicieron esta petición a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados —presidida por el panista Francisco Ramírez Acuña— a través de un machote en el que sólo hacían alusión al artículo 47 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General.
El debate lo impulsaron las diputadas albicelestes Mariela Pérez de Tejada, Kenya López y Silvia Monge Villalobos. Las diputadas que solicitaron licencia permanecieron calladas.
Denuncian desvío del PRD
A unas horas de dejar el cargo, el ex diputado Moisés Dagdug presentó el lunes ante la PGR una denuncia por presunto desvío de al menos 2 millones de pesos de la bancada del PRD.
Dijo que el fin de semana pasado la comisión que revisaría las cuentas del grupo parlamentario del PRD esperó en vano información, de ahí que decidió promover la querella “ante la opacidad escandalosa” que prevaleció en la diputación perredista de la LX Legislatura.
De acuerdo con la denuncia habría evidencias de que en el ejercicio de 2008, la mesa directiva de la bancada, integrada por 26 legisladores “se autoregaló” 77 mil pesos para cada uno, en total poco más de 2 millones dos mil pesos.
Por Carina García
fdm