El secretario técnico del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Alejandro Poiré, urgió avanzar en las pruebas de control de confianza de los cuerpos policiacos estatales, pues sólo tres entidades del país han cumplido con esa tarea en más de la mitad de sus elementos.
En entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga, el funcionario destacó la importancia de que se comience esa tarea desde las cabezas de las corporaciones, es decir, desde los secretarios de seguridad, procuradores y mandos policiales, para avanzar en la depuración de las instituciones.
El funcionario federal explicó que sólo Aguascalientes, Baja California y Morelos han sometido a pruebas de control de confianza a más de 50 por ciento de sus policías.
Mientras Colima, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Sinaloa, Tlaxcala, Yucatán y el Distrito Federal tienen un avance de entre 10 y 50 por ciento en ese rubro, y el resto de las entidades registra un avance menor a 10 por ciento, expuso.
Poiré Romero refirió que la información detallada al respecto puede consultarse en el espacio del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ubicado en la página de Internet de la Secretaría de Gobernación.
Sobre el señalamiento del procurador General de la República, Arturo Chávez, en el sentido de que 68 por ciento de los aspirantes reprobaron el examen de ingreso, dijo que se debe reconocer la necesidad de contar con perfiles especializados en esos cuerpos de seguridad.
Los integrantes de esas unidades son capacitados por la Secretaría de Seguridad Pública federal y las fuerzas armadas, y el objetivo es contar con un programa permanente de formación policial en todas las entidades, además de hacer énfasis en los valores y en una mística de servicio.
Poiré Romero aseguró que el Ejecutivo federal está dispuesto a modificar la iniciativa de mando único policial, siempre y cuando el debate legislativo al respeto dé como resultado un nuevo modelo que genere policías con calidad, honestos y con profesionalismo.
La legislación debe garantizar buenos controles de confianza y una mayor coordinación, pues con un mando único a nivel estatal será más fácil responder a las necesidades de la ciudadanía, por lo que se debe valorar cuál es la mejor forma de mantener esos principios, puntualizó.