Polvo eres y en polvo te convertirás, es la frase que repiten los párrocos que imponen una cruz de ceniza en el inicio de la Cuaresma, el tiempo litúrgico de 40 días en que los católicos se preparan para la Pascua.
El miércoles de ceniza millones de católicos portan una cruz de ceniza en la frente, ceniza que se obtiene de hojas de olivo y palmas recogidas durante el Domingo de Ramos previo.
La iglesia invita durante estos 40 días a la oración y la introspección previa a la Semana Santa.
El miércoles de ceniza también marca el fin de todos los carnavales del mundo, la “fiesta de la carne” termina.
Antiguamente, y por falta de buena refrigeración, los cristianos tenían necesidad de consumir, antes de Cuaresma, los productos que no podían consumirse en este período (carne, leche, huevos…), de ahí la tradición del ayuno.
