Eduardo Nateras
Al inicio de esta semana tuvieron lugar diversos acontecimientos que ponen sobre la mesa el complejo rumbo de la política internacional de cara al 2017, teniendo como actores principales a Donald Trump, Vladimir Putin, ISIS y el conflicto sirio.
Aleppo.- El gobierno ruso, encabezado por Vladimir Putin, en últimos días ha resultado el fiel de la balanza para que el gobierno sirio de Bashar al-Assad pudiera hacerse nuevamente del control de la zona rebelde de Aleppo en la trágicamente prolongada guerra civil que ha azotado al país desde 2011 y que ha desencadenado una alarmante crisis humanitaria y de refugiados. Pero como era de suponerse, las represalias no se hicieron esperar.
Ankara.- El lunes pasado, al momento en que el embajador ruso en Turquía inauguraba una exposición fotográfica en el Centro de Arte Moderno de Ankara, un policía turco se hizo pasar como elemento de seguridad del lugar y tras ubicarse detrás del diplomático, le disparó en diversas ocasiones por la espalda para acabar con su vida, al grito de “No olviden a Siria, no olviden a Aleppo” y ante la mirada atónita del público y de diversos medios de comunicación, que captaron en vivo el acontecimiento.
Berlín.- El mismo lunes, en Alemania se repitió el modus operandi del atentado de Niza de julio de este año. En medio del ambiente festivo característico de esta época del año, un tráiler fue dirigido deliberadamente a la multitud que se encontraba en un tradicional bazar navideño en la ciudad de Berlín, dejando como saldo una docena de muertos y media centena de heridos, varios de gravedad. Pocas horas después, el grupo ISIS se adjudicó el ataque.
Washington.- Para concluir la jornada, del otro lado del Atlántico finalmente quedó definida la controvertida elección presidencial de Estados Unidos, en medio de fuertes acusaciones de intromisión del gobierno ruso en la contienda. En este contexto, en nada abona la abierta simpatía entre el presidente electo Trump y el líder ruso Putin, y menos aún el complejo sistema electoral norteamericano que permite el triunfo de un candidato por medio de la mayoría de votos electorales, a pesar de que su contrincante haya obtenido una ventaja de cerca de 3 millones de votos populares.
La indeseable interconexión entre actores y acontecimientos, encienden los focos rojos de las relaciones entre Estados. Ante el inminente acercamiento estratégico entre Washington y Moscú, la tensión entre Oriente y Occidente será una constante, con una guerra en Siria sin solución pacífica, y con una alta probabilidad de que los actos terroristas continúen.
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