Uriel Ariel Urbina Díaz recuerda como el jueves pasado un tinaco de mil 100 litros casi le quita la vida, de no ser por su hermana Carmen "hubiera muerto".
El hombre de 50 años relata que cuando comenzó el temblor, él y su hermana, madre y sobrino corrieron al patio para protegerse, pero ante el miedo de que el inmueble se destruyera, corrió a la puerta de salida.
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Sin embargo, dice, la puerta se trabó y un el tinaco resbaló hacia él, pero su hermana Carmen lo jaló del abrazo, lo que evitó que este tanque de agua cayera encima de Uriel.
El tinaco cayó y le lastimó el pie izquierdo, el cual "me lo destruyó. Me van a operar. Sólo estoy esperando que me metan al quirófano".
El hombre quedó tirado, sangrando en el piso de su casa, por lo que una ambulancia fue por él para llevarlo al hospital "Las Culturas" a las 02:00 horas del viernes.
"Le agradezco a Dios. Fue solo una fricción con el tinaco lo que me lastimó. Fue por mi hermana que me jala y salvo mi vida" Uriel Ariel Urbina Díaz, quién desde ese el jueves está acompañado por su hermano y madre.
Después de este temblor, Uriel cree "Dios me está devolviendo a la vida. Dios me dio otra oportunidad para vivir, por algo me quiere acá en la tierra. También le agradezco, porque cuando entré al quirófano pensaba que iba a perder el pie".
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Ahora se encuentra en la cama siete de Traumatología en la espera de que lo operen.
dlm
