Una pequeña bolita en el pecho, un ligero abultamiento al tocarse, ese es el camino de muchas mujeres para detectar el cáncer de mama.
Consuelo Austin Toca es una “superviviente” de esta enfermedad, como ella misma dice. Para ella, el cáncer marcó su vida antes de que se lo detectaran, según contó a La Razón.
Una serie de experiencias con personas queridas a las que cuidó cuando padecieron cáncer, ese fue su primer contacto con la enfermedad, la cual le arrebató primero la vida de su hermana y dos años después la de su padre.
Luego, otra de sus hermanas recibió la misma noticia y a la semana, a ella también fue diagnosticada con este mal.
Fue así que se convirtió en una guerrera del cáncer de mama, tras verificar la presencia de múltiples quistes en los senos.
Y aunque sólo se detectó el tumor en uno de ellos, decidió retirarse ambos pechos, pues para ella su vida vale más que un seno. Ahora ambas hermanas son supervivientes de este padecimiento.
Tras vencer el cáncer, Consuelo encontró su misión, dar apoyo emocional a las mujeres, "a sus mujeres", como les dice a todas las pacientes que a su fundación tocan la puerta.
Austin Toca preside la fundación “Toca, compartir es vivir A.C.” desde 2008, con el objetivo de brindar apoyo emocional y calidad de vida a mujeres con y después del cáncer de mama.
Desde su trinchera, ella ha sido testigo de cientos de mujeres que se enfrentan a esta patología que hasta 2014 constituyó la primer causa de muerte en mujeres mayores de 25 años en nuestro país, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
[caption id="attachment_651955" align="aligncenter" width="1000"] Consuelo Austin, fundadora de la asociación de ayuda a mujeres con cáncer de mama (Foto: Brenda Yañez)[/caption]
Enseñarlas a maquillar para hacer frente a los cambios físicos por las quimioterapias, así como pláticas para compartir con otras mujeres la dureza de la experiencia, talleres de arteterapia y apoyo emocional, son algunas de las actividades con las que ayuda a las mujeres a comprender que no están solas, y que a pesar de lo doloroso que puede ser, hay posibilidades para salir adelante.
En México, 90% de los casos de cáncer de mama se detectan en etapa avanzada
Mirandeli Bautista contó a La Razón su experiencia: sin antecedentes de cáncer en su familia, joven, con un hijo pequeño, dice nunca haber tomado hormonas, y tras detectarse una pequeña bolita que algunos médicos ignoraron y pasaron por alto, fue como llegó a un diagnóstico tardío de su enfermedad.
Ella demoró 5 meses para tener este diagnóstico por parte de sus médicos, detectándolo en una etapa ya avanzada.
Quimioterapias, una cirugía y radiación fueron parte del tratamiento que duró un año, sin embargo al día de hoy se mantiene en él.
“En este camino difícil, tortuoso, doloroso y afortunado a la vez, descubro que son muy recurrentes los casos en que el diagnóstico es tardío y el tratamiento llega ya que hay metástasis”.
Mirandeli
“Informarse, leer, conocer los tipos de cáncer de mama y los tratamientos, es algo que las mujeres debemos hacer. Es triste que no quieran leer por miedo”, es importante, si no lo hacemos nos restamos posibilidades de vida y de empoderarnos sobre esta enfermedad, recalca Bautista.
Y aunque ella considera que las campañas han hecho mucho para quitar el tabú de esta enfermedad en la sociedad, en su opinión, éstas se quedan cortas para abatir el alto índice de casos de cáncer de mama en nuestro país.
De esta misma manera lo piensa Consuelo Austin, quien afirma que muchas veces las mujeres tienen miedo... miedo a esta enfermedad, miedo a morir, a perder un pecho, el cabello, las cejas o las pestañas...
Por eso es tanta la importancia que ella le da a quitarse el miedo, a tocarse e ir al médico en cuanto se detecte una pequeña bolita en los senos que pudiera ser cáncer, y que de ser tratado a tiempo, las repercusiones en la vida son mínimas.
Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en los últimos años se ha registrado un aumento en el diagnóstico oportuno del cáncer de mama, pues se pasó de 5.1 millones en promedio anual entre 2007 y 2012, a 6.2 millones de 2013 a 2016, lo que representa un aumento de 20%.
Gráficos: Arturo Ramírez y Ernesto Meneses
Click aquí para ver en tamaño completo