La Asociación Latinoamericana y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA) calificó de inviable la propuesta de tener en operación tanto el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) como la base militar de Santa Lucía, ya que al existir en ciertos momentos interferencia se tendría que reducir el número de aviones que operarían hacia México.
Señaló que la propuesta del candidato de la coalición "Juntos Haremos Historia", Andrés Manuel López Obrador, es un esquema que no atiende la necesidad del país, pues "por posición geográfica todas las llegadas y salidas que se hacen en estos aeropuertos son las mismas".
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El director ejecutivo del organismo, Luis Felipe de Oliveira, señaló que "tampoco funciona como hub (centro de conexión). Es fundamental (el nuevo aeropuerto) para que México no deje de ser protagonista del transporte aéreo a nivel global”.
En entrevista, comentó que debido a que en ciertos momentos existe interferencia de operaciones, se tendría que reducir el número de aviones que operarían hacia México, esto para no poner en riesgo la seguridad aérea.
Lo anterior, afirmó, afectaría el crecimiento de la industria mexicana debido a que tanto el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México como la base de Santa Lucía no reemplazarán la operación esperada con la nueva terminal.
“El nuevo aeropuerto es muy importante, hoy el turismo y la aviación contribuyen al país con alrededor de 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto, y pudiera ser mayor si existiera la posibilidad de volar más, lo que hoy no se puede por la falta de infraestructura”, dijo.
En este sentido, consideró que este proyecto se ha politizado cuando debería ser visto desde un punto de vista de crecimiento para el país, ya que por cada peso que se invierta en esta obra se retornará en la creación de empleos y otros beneficios económicos.
Sobre la operación de dos aeropuertos en una misma ciudad, el directivo de ALTA mencionó que se vuelve difícil debido a la orografía de la Ciudad de México, además de que dichas infraestructuras utilizan las mismas salidas y entradas para su operación.
Dijo que por ejemplo en Nueva York, con sus tres aeropuertos (La Guardia, John F. Kennedy y Newark), presentan problemas de tráfico aéreo debido a que conviven en la misma región, pese a tener el espacio físico para llevarlo a cabo.
Mientras que en Londres, en donde se realizan conexiones entre Heathrow a Gatwick, se ha detectado que resta tiempo e incluso comodidad entre los pasajeros, situación que también se repite en Brasil y Argentina.
Bajo ese panorama, señaló que las aerolíneas mexicanas integrantes de ALTA manifestaron su preocupación por dicho tema, sobre todo por las inversiones, pues Volaris anunció la compra de 80 aeronaves y “dónde las va a poner si el aeropuerto nuevo no sale”.
Mientras que Aeroméxico sumará más aviones y rutas, “y solamente se puede concretar si hay un nuevo aeropuerto, si hay realmente capacidad de operación, de crecimiento. Yo comparto la preocupación de los ejecutivos de las aerolíneas porque básicamente tienen una compra y se tiene proyectado un crecimiento”.
Luis Felipe de Oliveira comentó incluso que cancelar el proyecto no solo afectará a las aerolíneas, sino también a los fabricantes de los aviones como Boeing, Airbus, Sukhoi, o Embraer, ya que el mercado mexicano dejaría de contar con más aeronaves, lo que impactaría en la generación de empleos en la industria.
Por ello, insistió en que no es viable la operación de dos aeropuertos, sino que se tendrían que enfocar los esfuerzos para que la construcción del nuevo aeropuerto continúe en los plazos programados, y comenzar con los despegues y aterrizajes desde esta infraestructura lo más pronto posible.
“No hay mucho que hacer. Tenemos que entender que México está atrasado 10 o 15 años en infraestructura. El AICM tiene sus fallas por el tiempo de su construcción y hoy está saturado, y abandonar el proyecto (del nuevo aeropuerto) sería un retroceso muy grande que sacaría al país de la aviación”.
En la región, advirtió, países como Brasil o Perú perdieron conectividad, expansión y diversos beneficios económicos a través de la aviación por no realizar las inversiones pertinentes en la materia.
De acuerdo con estudios, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se localiza en un área de unas cuatro mil 300 hectáreas, que representa unas seis veces el área actual del AICM, por lo que suplantará por completo al aeropuerto actual ya que, debido a su localización geográfica y al diseño de las rutas de aproximación, es imposible que los dos aeropuertos funcionen en conjunto.
Es decir, la construcción del NAIM se considera como la más adecuada para responder a las necesidades que se enfrenta el país en términos de transporte aéreo.
Esto se debe a que presenta importantes ventajas para su desarrollo, como son el concentrar todas las operaciones en un sólo aeropuerto, lo que incrementará la conectividad y se traducirá en un impacto positivo en el Producto Interno Bruto del país en el largo plazo.
El NAIM es la opción con la menor distancia al centro de demanda, lo cual implicará menores costos de traslado y tiempo para los pasajeros, es factible desde el punto de vista aeronáutico y representa un foco de desarrollo significativo para la zona oriente, la más marginada del área metropolitana del Valle de México, señala el reporte.