Dos víctimas de secuestro de Nestora Salgado, quienes estuvieron privadas de la libertad en la “cárcel” que instaló hace cinco años la entonces comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, exigieron ayer a las autoridades electorales que le sea retirada la , pues exigen que primero se les haga justicia y no se ampare después en el fuero.
“Quiero pedir que se haga justicia, Nestora Salgado me tuvo secuestrada por tres meses, le pidió a mi familia 5 mil pesos a cambio de mi rescate. Pido justicia y exijo que se le retire la candidata al Senado”, dijo entre sollozos Dulce Rubí, quien además era menor de edad cuando fue secuestrada.
En conferencia de prensa, Dulce Rubí y Armando Patrón Jiménez, exsíndico, detallaron cómo fueron las detenciones que realizó Salgado. Coincidieron en que la ahora candidata exigía dinero a las familias por su liberación y los mantenía en situaciones de hacinamiento.
“Yo iba con una amiga, ellos (los integrantes de las autodefensas) me subieron a una camioneta, se bajaron apuntándome con unas armas, les pedí que me explicaran por qué me estaban deteniendo, jamás me quiso decir cuál era el motivo, me llevó a su casa, me obligó a que le firmara un papel, esa misma noche me empezó a mover de un lado a otro, me llevaba de un pueblo a otro con tal de que no me encontraran, cuando subió el Ejército a rescatarme a mí me empezaron a esconder con tal de que no me hallaran”, detalló Dulce Rubí.
En tanto, Armando Patrón explicó que al ser médico en su comunidad, familiares de personas que habían sido ejecutadas por los integrantes de la Policía Comunitaria le pidieron que recuperara los cuerpos para darles sepultura.
Sin embargo, relató que cuando fue a exigirles los cuerpos cerca de 40 sujetos armados lo rodearon y Nestora dio la orden de subirlo a un vehículo junto con otras dos personas.
“Dormíamos en un cuarto tres individuos parados, no había lugar para sentarse o acostarse, no había qué comer, no había qué tomar, teníamos que suplicar a los custodios que nos dejaran salir a hacer las necesidades y siempre con la amenaza de muerte”, recordó.
[caption id="attachment_744175" align="alignnone" width="727"] Gráfico: La Razón de México[/caption]
Ambas víctimas estuvieron acompañadas en la conferencia por los activistas Isabel Miranda de Wallace y Alejandro Martí.
Allí, la presidenta de la asociación civil Alto al Secuestro se sumó a la petición de bajar la candidatura de la contienda, a fin de que no obtenga fuero para evadir a la justicia.
Además, cuestionó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de no estar presente para exigir que se respetaran los derechos de los afectados.
“Hoy nos damos cuenta que Nestora Salgado pide justicia selectiva, para Nestora Salgado y algunos grupos hay víctimas de primera y de segunda, ella se victimiza, pero también es acusada de ser victimaria, es sorda y ciega ante el daño que infringió a los demás, pretende dejar sin justicia a todas sus víctimas por una decisión política que le puede otorgar fuero”, expuso Wallace.
Por su parte, el presidente de México SOS, Alejandro Martí, apuntó: “una persona que está en proceso penal no puede ser candidata” y exigió que no se le incentive con un puesto público mientras no pague los delitos que cometió.
El Dato: El exsíndico Armando Patrón narró que el grupo de Nestora lo privó de la libertad cuando fue a pedir que le entregaran los cuerpos de ejecutados.
“Estamos luchando por que este país viva en paz y que haya Estado de derecho, que haya justicia, no podemos incentivar a nadie a ningún puesto de ninguna especie mientras no pague sus culpas ante la ley.
“Es evidente que la señora tiene procesos penales en curso, no salió exonerada, se repuso el juicio, hoy está acusada por secuestro y homicidio y hay un proceso penal que se libró por el debido proceso, pero aquí están las víctimas”, apuntó.
CNDH: sí causaron trauma a afectados
Problemas para conciliar el sueño, miedo y desconfianza hacia los demás son algunos de los síntomas que presentaron las víctimas de la candidata al Senado por la vía plurinominal de Morena, Nestora Salgado, según la recomendación 9/2016 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Destaca: “Se observaron síntomas psicológicos acordes con su narrativa de los hechos, y los síntomas observados en los agraviados se han conformado como experiencia traumática grave, permeada por sentimientos de desvalidez, vulnerabilidad y pensamientos catastróficos, lo que evidencia un estado emocional afectado, como consecuencia del evento que sufrieron”.
En ese reporte de 176 páginas, la CNDH detalla que las víctimas de la morenista “presentan un cuadro psicológico similar al de las personas que han sufrido una experiencia de estrés extremo que puede generar una secuela traumática”.
Con información de María Cabadas